La AfD se convierte en la primera fuerza política en Turingia
Por primera vez en su historia, el partido de extrema derecha Alternativa por Alemania (AfD) ha emergido como la fuerza más fuerte en una elección estatal. En Turingia, logró más del 33% de los votos, mientras que en el vecino estado de Sajonia, se posicionó en segundo lugar con alrededor del 30%, justo detrás de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) que gobierna.
Reacciones tras los resultados electorales
Los resultados fueron esperados con gran expectación, ya que las agencias de inteligencia nacional en ambos estados han clasificado a la AfD como “extremistas de derecha confirmados.” El presidente estatal de la AfD en Turingia, Björn Höcke, es considerado uno de los representantes más radicales de su partido. Ha utilizado repetidamente retórica nazi y fue condenado en dos ocasiones en 2024 por utilizar un eslogan nazi prohibido en sus eventos de campaña.
Tras la publicación de los resultados el domingo por la noche, el co-presidente de la AfD, Tino Chrupalla, presionó a los otros partidos: “Una cosa está muy clara: La voluntad de los votantes es que debería haber un cambio en la política,” declaró a la emisora pública ZDF. “Tenemos un mandato claro para gobernar en Turingia,” agregó.
Demandas y desafíos de la AfD
La demanda central de la AfD es un cambio en la política de inmigración, abogando por la deportación masiva de refugiados de Alemania. Sin embargo, a pesar de su éxito electoral, es probable que la AfD permanezca en la oposición ya que todos los demás partidos han excluido cualquier cooperación directa con ellos.
“Somos el partido número uno en Turingia,” afirmó Höcke a la emisora pública ARD, enfatizando que su partido analizaría los resultados y luego buscaría posibles socios de coalición. Sin embargo, la formación de coaliciones será difícil en Turingia y Sajonia, con o sin la AfD.
Advertencias sobre el extremismo de derecha
El ascenso de la AfD en Alemania ha estado acompañado de protestas y advertencias durante años. Investigadores en extremismo de derecha señalan las tradiciones racistas y antidemocráticas en la ideología de la AfD. Observadores políticos han trazado paralelismos entre el ascenso de la AfD y el ascenso de los nazis de Adolf Hitler en la década de 1920.
Jens-Christian Wagner, director del memorial del antiguo campo de concentración de Buchenwald, describió las políticas de la AfD como “inhumanas y disgustantes”, y puso en marcha una campaña inusual para advertir a los votantes sobre la AfD que incluía una carta a 350,000 hogares en Turingia, acusando a Höcke de “intentar hacer aceptable nuevamente el lenguaje nacional-socialista.” Wagner calificó los resultados electorales como un desastre para la democracia.
Influencia en la política alemana
A pesar de todas las advertencias, la AfD es más poderosa que nunca tras las elecciones. Sus líderes han dejado claro desde el comienzo de la noche electoral que buscan cambios significativos en la política alemana.
Aun cuando no esté en el gobierno en ninguno de los dos estados, la AfD tendrá un instrumento especial de poder a su disposición: la llamada “minoría de bloqueo.” Con su porcentaje de votos en Sajonia y Turingia, puede bloquear decisiones que requieren una mayoría de dos tercios en el parlamento, paralizando así procesos democráticos.
Se anticipa una gran ola de jubilaciones en el sistema judicial en Turingia en los próximos meses, lo que permitirá a la AfD bloquear la designación de jueces constitucionales y obstaculizar el trabajo del comité de selección judicial, afectando la designación de jueces vitalicios.
El líder estatal de la AfD, Höcke, dejó claro antes de las elecciones lo que piensa del sistema judicial alemán, acusándolo de complacer a sus oponentes políticos y amenazando directamente a la judicatura. “No toleraremos esto,” escribió en sus redes sociales, cuestionando si Alemania vive en un estado constitucional en funcionamiento.
El futuro de la AfD y la democracia en Alemania
Como la fuerza política más fuerte, la AfD también tendría derecho a seleccionar al presidente del parlamento estatal, un puesto con poder significativo. El presidente organiza la elección del primer ministro del estado y puede nombrar y destituir a funcionarios importantes.
David Begrich, experto en extremismo de derecha, advirtió que el hecho de que la AfD probablemente no participe en ningún gobierno no es necesariamente decepcionante para el partido, ya que, particularmente en Alemania oriental, la AfD no es solo un partido parlamentario. “Es un movimiento político,” subrayó, promoviendo su agenda a través de discursos y actividades fuera del parlamento.
Numerosas organizaciones de base han advertido sobre el movimiento, que ha desplazado el debate político hacia la derecha con sus consignas antiinmigración.
Begrich advierte a los políticos alemanes sobre la tentación de condenar a todos los votantes en Alemania oriental como de extrema derecha y antidemocráticos. “Es crucial distanciarse radicalmente de la agenda política de la AfD y acudir a aquellos en Oriente que se comprometen a salvaguardar la democracia,” indicó.
Fuente y créditos: www.dw.com
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