Una nueva generación de activistas en Nairobi
Una nueva generación de activistas está surgiendo en el corazón de Nairobi, armada con teléfonos inteligentes y cuentas de TikTok en lugar de los megáfonos y pancartas que preferían sus predecesores para impulsar cambios políticos y sociales.
Mientras Kenia lidia con el aumento de los costos de vida y políticas gubernamentales controvertidas, la Generación Z —término que generalmente se utiliza para describir a las personas nacidas a finales de los años 90 y principios de los 2000— ha profundizado en las trincheras digitales, aprovechando el poder de las redes sociales para alimentar una ola de protestas y activismo político contra la administración del presidente keniano William Ruto, en el poder desde hace dos años. Lo que comenzó como manifestaciones pacíficas lideradas por jóvenes contra los aumentos de impuestos propuestos se convirtió en una acción más amplia contra Ruto y lo que muchos ven como un gasto gubernamental derrochador y corrupción.
Ruto, aunque afirma su creencia en la libertad de expresión y de prensa, ha reconocido la tentación de cerrar Internet, pero ha optado por no hacerlo, manteniendo un delicado equilibrio entre el gobierno y las libertades civiles. Las plataformas de redes sociales como X y TikTok han desempeñado un papel crucial en las protestas en curso en Kenia.
TikTok, el campo de batalla por el cambio
TikTok, la plataforma de videos de formato corto apreciada por la Generación Z, se ha convertido en el improbable epicentro del despertar político en Kenia. Sus videos breves, a menudo impregnados de humor y referencias culturales, han demostrado ser una herramienta poderosa para que los jóvenes kenianos expresen su descontento, compartan sus experiencias y se conecten con personas afines.
“Los videos cortos son el rey”, dijo la corresponsal de DW, Edith Kimani. “Ofrecen información digerible que va al grano y avanza el diálogo. Entiendes, te diviertes, pero también te informas sobre la situación”. Esta solidaridad digital no solo ha alimentado las protestas, sino que también ha fomentado un sentido de comunidad y propósito entre los activistas de la Generación Z.
El dilema digital del gobierno keniano
La respuesta del gobierno ante este levantamiento digital ha sido una mezcla de amenazas veladas y un compromiso cauteloso. El reconocimiento de Ruto sobre el poder de las redes sociales, junto con una advertencia de que podría cerrar Internet, ha creado un clima de incertidumbre y miedo.
“Es casi como una amenaza velada que se presenta en forma de una garantía, lo que podría explicar por qué la gente está tan tensa en este momento”, dijo Kimani, resaltando el efecto escalofriante de la vigilancia gubernamental y posibles represalias. El temor de ser rastreados y atacados ha llevado a muchos activistas a adoptar una serie de medidas de seguridad, incluyendo el uso de redes privadas virtuales (VPN) para eludir las restricciones en línea, y la encriptación de las comunicaciones.
“Las personas solo quieren comunicarse con encriptación punto a punto, están descargando VPNs y conectándose a diferentes proveedores de servicios de Internet”, comentó Kimani. Algunos incluso han recurrido al anonimato, negándose a revelar sus verdaderos nombres a los periodistas por miedo a represalias.
Desinformación, la cortina de humo digital
A medida que la batalla por las mentes y los corazones se intensifica en línea, la propagación de desinformación se ha convertido en una gran preocupación para los activistas. Odanga Madung, un científico de datos, periodista y cofundador de Odipo Dev, una organización que se especializa en análisis y visualización de datos, advirtió sobre la creciente sofisticación de las campañas de desinformación, que están diseñadas no solo para engañar sino también para distraer a las personas de los problemas reales.
“La desinformación no solo engaña a las personas, sino que, aún más, actúa como una distracción”, dijo Madung. “Es una forma de censura muy eficaz en la que muchas personas no piensan”. La proliferación de noticias falsas, videos manipulados y narrativas engañosas ha creado un entorno en línea turbio, dificultando que los ciudadanos discernan entre hechos y ficción.
Madung destacó la naturaleza multifacética del papel de las redes sociales en las protestas. Los servicios de mensajería cerrados como WhatsApp, Telegram y Signal, junto con plataformas públicas como TikTok, X y Facebook, se han convertido en herramientas esenciales para organizar y difundir información. Sin embargo, este compromiso digital viene con su propio conjunto de desafíos, particularmente en lo que respecta a la propagación de desinformación.
Picos y mesetas del activismo en línea
Kimani proporcionó información sobre la dinámica fluctuante de las protestas y el papel de las redes sociales en dar forma al sentimiento público. “El estado de ánimo sigue cambiando”, dijo. “Vemos momentos de gran emoción seguidos de períodos de calma”, todos influenciados por las acciones y decisiones del gobierno, agregó.
Este ciclo comienza en línea y luego se traslada a las calles, creando un sentido compartido de confusión nacional y un deseo de información. Kimani enfatizó el papel dual de las redes sociales como fuente de información y espacio para alivio psicológico. “También hay un gran deseo de información, y la plataforma digital está ofreciendo eso. Así que la gente se reúne para obtener información. También se reúnen para obtener alivio”, comentó.
“Es una gran tensión mental y psicológica para los ciudadanos de Kenia tener que pasar por esto cada semana. Y así, hay mucho humor y alivio del estrés también ofrecido en el espacio digital, y creo que es por eso que la gente se siente atraída hacia allí”.
El futuro del levantamiento digital en Kenia
A pesar de los desafíos, los activistas de la Generación Z en Kenia no se desaniman. Continúan aprovechando el poder de las redes sociales para amplificar sus voces, desafiar el status quo y exigir un mejor futuro para su país.
El desenlace de este levantamiento digital sigue siendo incierto, pero una cosa está clara: las redes sociales se han convertido en una herramienta indispensable para el activismo político en Kenia y en toda África. A medida que los gobiernos luchan por saber cómo responder a esta nueva realidad, Kimani dijo que los jóvenes activistas que lideran este movimiento están decididos a asegurarse de que sus voces sean escuchadas, tanto en línea como fuera de ella.
Ella agregó que las voces de la Generación Z de Kenia y otros manifestantes resuenan más que nunca, desafiando el status quo y abogando por un futuro donde la libertad de expresión y de prensa no sean solo ideales, sino realidades.
Editado por: Keith Walker
Fuente y créditos: www.dw.com
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