El Partido Comunista Chino ha concluido una serie de reuniones de alto nivel con un comunicado que los observadores de China han descrito como vago y carente de políticas detalladas.
Las reuniones, llamadas la Tercera Sesión Plenaria, suelen tratar sobre cambios importantes en las políticas económicas y políticas en China. Este año, la sesión ha aprobado decisiones sobre “profundizar aún más en la reforma y promover la modernización al estilo chino”.
Según el comunicado oficial publicado el 18 de julio, la reunión de cuatro días fue asistida por 199 miembros del Comité Central y 165 miembros suplentes.
Se estableció que las autoridades de Beijing se centrarán en “mejorar la capacidad de liderazgo y gobierno del partido (Comunista) a largo plazo”, con el objetivo de completar todas las tareas para el 2029, el 80 aniversario de la fundación de la República Popular China.
A pesar del énfasis en la “reforma” esta vez, Beijing no ha logrado avances significativos en las políticas económicas y sociales como la mayoría de los observadores políticos habían anticipado.
Hsin-Hsien Wang, profesor del Instituto de Estudios del Este Asiático de la Universidad Nacional Chengchi de Taiwán, le dijo a DW que la gente no debería ver la Tercera Sesión Plenaria puramente desde perspectivas económicas y sociales, sino enfocarse en la posición del Presidente Xi Jinping.
Wang cree que Beijing está manteniendo la dirección política establecida desde el 20° Congreso del Partido en 2022, con Xi Jinping “agarrando firmemente el papel dominante en la formulación de políticas generales” y que al agregar el 2029 al plazo, Xi podría estar insinuando “que seguirá en el poder para entonces”.
Xi comenzó un tercer mandato sin precedentes como líder de China en 2022, que está programado para terminar en 2027.
Wen-Ti Sung, un compañero no residente del Hub Global China del Atlantic Council, tuvo una observación similar.
“Esto te dice que el objetivo es una liderazgo continuo, estable y duradero en los próximos cinco años”, dijo Sung.
“En ese sentido, la Tercera Sesión Plenaria no se trata tanto de lanzar nuevos paquetes de reformas importantes. Se trata más de reafirmar el punto de que la característica definitoria de la nueva era de reforma es la centralidad de un liderazgo básico”, agregó.
El foco está en mantener la estabilidad.
El primer día de las reuniones, la agencia oficial de noticias de China, Xinhua, se refirió a Xi Jinping como un “reformista” en un artículo especial de 10,000 palabras, comparándolo con el anterior líder de China, Deng Xiaoping, quien supervisó importantes reformas y la apertura del país en 1978.
El artículo chino fue posteriormente reportado haber sido eliminado y ya no está accesible en el sitio web de la agencia de noticias.
A pesar de la llamada a la reforma, el comunicado de la Plenaria refleja la intención de Beijing de continuar con políticas existentes con un mayor énfasis en “buscar progreso asegurando estabilidad”.
El académico Sung le dijo a DW que la palabra clave de la Tercera Sesión Plenaria fue, de hecho, “estabilidad”.
“Cuando [Xi] habla de profundizar la reforma con una palabra clave de ‘persistencia’, esto significa seguir en el camino actual,” dijo Sung. “Esa continuidad, ante todo, es sobre la estabilidad de un liderazgo de alto nivel duradero”.
La seguridad sigue superando a la economía.
Las reuniones políticas se llevaron a cabo mientras China enfrenta desafíos internos como una desaceleración económica, alta deuda en el sector inmobiliario, altas tasas de desempleo y una población envejecida.
Además, hay varios desafíos externos, incluidas la guerra tecnológica entre Estados Unidos y China y las crecientes tensiones geopolíticas, especialmente en el Mar del Sur de China.
Los observadores de China han prestado atención a si Beijing usaría este momento para reequilibrar la seguridad nacional y los problemas económicos, como, por ejemplo, moverse hacia mercados más abiertos y desarrollo del sector privado.
En el comunicado, Beijing aborda la necesidad de aprovechar mejor el papel del mercado, diciendo que “levantará restricciones en el mercado garantizando una regulación efectiva”.
Sin embargo, al discutir la seguridad, el comunicado sigue haciendo énfasis en que “la seguridad nacional proporciona una base fundamental para garantizar un progreso constante y continuado en la modernización china”.
Sung cree que Beijing está enviando “mensajes mixtos” que enfatizan el desarrollo económico al tiempo que subraya la estabilidad del liderazgo.
Eso probablemente implicará un mayor endurecimiento del control político, dijo Sung a DW, “lo que en algún momento lógicamente puede implicar diversas restricciones cuando se trata de la apertura económica al mundo exterior”.
Editado por: Ole Tangen Jr
Fuente y créditos: www.dw.com
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