Una historia de independencia y desafíos en África
En 1950, Liberia y Etiopía eran los únicos dos países africanos libres del dominio colonial. Hoy en día, casi todos los países africanos son estados independientes y soberanos. Algunos, como Sudán del Sur, Eritrea y Namibia, incluso lograron la independencia de otras naciones africanas.
Sin embargo, lograr ser una nación independiente no ha significado necesariamente prosperidad económica o regional en muchos casos, según expertos como Juste Codjo, profesor asistente y analista de estudios de seguridad de Benín. “La independencia es más bien algo de lo que se puede decir que ocurrió, pero no podemos confirmar que, en realidad, los países africanos sean completamente independientes”, le dijo Codjo a DW.
Para el analista político ghanés Fidel Amakye Owusu, se trata más de un problema caso por caso. Namibia, por ejemplo, parece haber tenido un desempeño significativamente mejor que Sudán del Sur, a pesar de que ambos países africanos tomaron caminos similares hacia la independencia. “El tipo de independencia que tuvieron estos países africanos dependía del poder colonial que gobernaba un territorio particular”, dijo Owusu.
Sudán del Sur como una lección cautelar
La nación más joven de África, Sudán del Sur, celebró 13 años de independencia el 9 de julio. Sin embargo, en ese corto período, el país ha sufrido una guerra civil de siete años. En 2017, la ONU declaró una hambruna en toda la nación, sumando años de luchas políticas internas. El académico en desarrollo internacional, James Boboya, le dijo a DW que inicialmente había un gran optimismo en el país, pero esto cambió rápidamente. “Tenemos funcionarios civiles y fuerzas armadas en este país que no han recibido sus salarios durante más de ocho meses”, dijo.
Owusu piensa que muchos de los problemas de Sudán del Sur están directamente relacionados con la naturaleza única de la independencia del país. “Debido a la guerra y la inestabilidad, el país no se está desarrollando. La lección es que si no estás unido, si no hay cohesión interna, no puedes crecer”, afirmó. Boboya sugirió que la falta de voluntad política y liderazgo verdadero está en el núcleo de los fracasos persistentes de Sudán del Sur, añadiendo que las instituciones de seguridad cruciales en el país necesitan tener un mandato centralizado y unificado.
Un liderazgo de calidad es crucial para el éxito
Para Newuh, hay un factor intangible en juego: el liderazgo. Si bien la herencia de problemas históricos puede desafiar la trayectoria de cualquier estado recién independiente, Newuh cree que las cualidades de liderazgo desempeñan un papel significativo en la política estatal, especialmente cuando una nueva nación quiere desarrollar su identidad. “El liderazgo político ha sido una espada de doble filo en el África post-independencia”, afirmó.
Se ha visto que ha habido muchos caudillos de guerra y líderes políticos que se aprovecharon de la situación y comenzaron a fomentar la rebelión en Sudán del Sur, lo que Boboya considera un factor principal en la erosión de los logros del país hacia la independencia.
Lecciones para aprender: del colonialismo al genocidio
Sin embargo, las narrativas históricas también juegan un papel importante al juzgar el nivel de progreso de varias naciones africanas. En particular, Owusu cree que se debe prestar atención a cómo diferentes países lograron su independencia. “La forma en que Gran Bretaña concedió la independencia a Sudáfrica fue diferente de cómo lo hizo en África Occidental”, comentó.
A pesar de las historias de conflicto, algunos opinan que es hora de salir de la sombra del colonialismo y mirar los verdaderos casos de éxito en África. Boboya indicó que “en cuanto a caminos y limpieza, mucha gente admira a Ruanda. Para la agricultura, Uganda ofrece los mejores sistemas”.
Owusu coincide en que el ejemplo de Ruanda, en particular, debería inspirar a otras naciones africanas, enfatizando que el pequeño país de África Oriental ha demostrado que se puede avanzar desde una situación calamidosa hacia la estabilidad y el desarrollo.
Nuevos desafíos por delante
En el siglo XXI, África enfrenta una serie de nuevos desafíos sin poder resolver los problemas antiguos heredados de la época colonial. Newuh señaló que la corrupción aún plaguea a muchas naciones africanas, subrayando que necesita ser abordada. Owusu considera que los problemas medioambientales derivados del calentamiento global deben ser prioritarios, ya que el continente africano sufre las consecuencias de estos cambios.
A pesar de todos estos desafíos, Boboya cree que hay razones para sentir optimismo, ya que el futuro está en manos de la juventud. “Los jóvenes deben movilizarse para asumir el liderazgo y garantizar que liberen a estos países del fracaso actual en el liderazgo”, concluyó.
Fuente y créditos: www.dw.com
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