Los manifestantes en la Plaza del Levantamiento Nacional en la capital eslovaca, Bratislava, expresaron nuevamente su ira contra el gobierno de coalición esta semana, continuando con las manifestaciones iniciadas el año pasado.
El enfoque de las protestas en 2023 se centró en la percepción de fracaso del gobierno y el poder judicial en la lucha contra la corrupción, la política exterior favorable a Rusia del país y la interferencia en la libertad de prensa.
Esta vez, las medidas tomadas por el Ministerio de Cultura parecen haber desencadenado renovadas protestas, con muchos manifestantes pidiendo el despido de la Ministra de Cultura, Martina Simkovicova, y otros.
La semana pasada, Simkovicova destituyó a Matej Drlicka, el director general del Teatro Nacional de Eslovaquia, y a Alexandra Kusa, la directora de la Galería Nacional del país, habiendo ya despedido a otras figuras culturales importantes.
A principios del verano, por iniciativa del Ministerio de Cultura, se disolvió la emisora pública de televisión y radio RTVS y fue reemplazada por una institución llamada STVR (Televisión y Radio Eslovaca), en la cual el gobierno podrá ejercer una presión política mucho más directa que antes.
### Reformas en las instituciones estatales
Estas medidas son parte de la reforma del Primer Ministro Robert Fico en las instituciones estatales. En la coalición gobernante, su partido nominalmente socialdemócrata, Smer-SD, comparte el poder con el Hlas-SD, también socialdemócrata, y el Partido Nacional Eslovaco (SNS) de derecha nacionalista.
Es la cuarta vez que Fico ocupa el cargo de primer ministro. Se vio obligado a dimitir en 2018 tras ser acusado de corrupción y vínculos con el crimen organizado tras el asesinato del periodista Jan Kuciak y su prometida, Martina Kusnirova.
Al regresar al poder el año pasado, Fico parece estar intentando asegurar su posición siguiendo el ejemplo de su amigo y homólogo, el Primer Ministro húngaro Viktor Orban.
La Ministra de Cultura Simkovicova y el jefe del personal del ministerio, Lukas Machala, son del SNS. En una discusión sobre la nueva emisora estatal, Machala fue preguntado si se permitirían opiniones no convencionales, como las de quienes creen que la Tierra es plana. Respondió que no se había probado que la Tierra fuera redonda.
La emisora pública de la República Checa ha terminado oficialmente su cooperación con la estación en Bratislava debido a preocupaciones sobre los estándares periodísticos.
Machala también ha expresado opiniones antisemitas, la teoría de conspiración de chemtrails y su admiración por el presidente ruso Vladimir Putin.
Simkovicova ha expresado opiniones similares a las de su colega del partido de extrema derecha. En una entrevista para el sitio de noticias en línea topky.sk, criticó la llamada “ideología LGBTQ+”: “Europa se está extinguiendo, los bebés no están naciendo por la excesiva cantidad de personas LGBTQ+. Y lo extraño es que [esto está sucediendo] con la raza blanca”.
### Métodos reminiscentes de la Gestapo
El escritor eslovaco Michal Hvorecky resumió la situación para la emisora privada TA3 de la siguiente manera: “El ministerio está removiendo sistemáticamente a nuestros mejores gestores culturales de posiciones de liderazgo y reemplazándolos con personal cercano a la ministra y a su partido, con personas que representan la misma ideología de extrema derecha”.
Tras la destitución, a pesar de las protestas de los empleados de Zuzana Liptakova, la directora electa de la Bibiana, Casa Internacional de Arte para Niños, y de Katarina Kristofova, directora de la Biblioteca Nacional Eslovaca, el Ministerio de Cultura ha continuado ejerciendo su influencia sobre instituciones emblemáticas.
La semana pasada, el director del Teatro Nacional, Matej Drlicka, fue despedido prácticamente de la noche a la mañana. Según informes de medios, su aviso fue entregado por una funcionaria del ministerio acompañada de dos hombres fornidos a primera hora de la mañana, mientras él todavía vestía su albornoz. Más tarde, comparó el procedimiento con métodos utilizados por la Gestapo.
Apenas un día después, fue el turno de Alexandra Kusa de la Galería Nacional, quien fue reemplazada sin una audiencia por un llamado gestor de crisis. También se destituyeron a tres miembros del Fondo del Consejo de las Artes de Eslovaquia (FPU).
### La censura se hace sentir
La censura y la autocensura ya comienzan a sentirse. La nueva emisora STVR no pudo transmitir una entrevista con el director despedido Drlicka. Solo se emitió una entrevista con Machala.
En un comunicado, los tres partidos de la coalición gobernante describieron las protestas como “la incapacidad de los medios liberales, las ONG políticas y la oposición para aceptar los resultados de las elecciones parlamentarias” y advirtieron que habría consecuencias si hubiera un “nuevo ataque a los representantes de la coalición gobernante”.
En mayo, el Primer Ministro Fico sobrevivió por poco a un intento de asesinato. Ahora se sabe que el perpetrador era un hombre de 71 años con visiones políticas confusas, pero muchos creen que el incidente ha sido instrumentalizado para reprimir la protesta democrática.
Solo unas semanas después del ataque, Fico dijo que el perpetrador había sido alentado por la oposición “inimaginablemente frustrada” y por los medios de comunicación “antigubernamentales” en Eslovaquia. Añadió que estos estaban respaldados por poderes extranjeros como el multimillonario estadounidense-húngaro George Soros.
El Primer Ministro húngaro Orban ha presentado frecuentemente a Soros, quien es judío, como un titiritero que maneja los hilos del mundo, un trope antisemita clásico.
Fuente y créditos: www.dw.com
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