Remco Evenepoel y su histórico verano olímpico
Este verano, Remco Evenepoel logró algo que ningún hombre había hecho antes: ganó una medalla de oro en la contrarreloj y en la carrera en ruta en los mismos Juegos Olímpicos. Además, el belga de 24 años compitió apenas seis días después de terminar tercero en su primer Tour de Francia, la carrera más famosa del ciclismo, que abarca 21 etapas y casi 3,500 km (más de 2,100 millas). Había fatiga en sus piernas, pero el oro en su mente.
Un viaje de visualización y superación
A medida que cruzaba la línea de meta de la carrera en ruta del sábado pasado, bajándose de su bicicleta para posar frente a la Torre Eiffel en el centro de París, entregó una de las imágenes más icónicas del ciclismo junto a su segunda medalla de oro. Pero este fue un momento que ya había visualizado antes, comenzando en uno de sus momentos más bajos, tras un aterrador accidente en la carrera italiana Il Lombardia en 2020, donde, al descender una colina a gran velocidad, Evenepoel fue catapultado por un puente a un barranco. Se fracturó la pelvis y se golpeó un pulmón, pero tuvo la suerte de que no fue peor.
“Cuando tuve mi accidente, desde ese momento comenzé con el entrenamiento de visualización,” dice Evenepoel. “Especialmente para recuperar la confianza en las bajadas y en las curvas después de esa caída.”
Preparativos y desafíos antes de los Juegos Olímpicos
El 3 de agosto, se llevó a cabo la carrera en ruta masculina de los Juegos Olímpicos, con 88 ciclistas recorriendo un trayecto de 273 km, más largo que cualquier etapa típica de un Gran Tour. “Gané los Juegos Olímpicos de esta manera, así que me gusta,” dice Evenepoel. “Todavía estoy un poco acostumbrado a este estilo. Necesitas leer la situación de la carrera y sentirla. Si no prestas atención, no sabes dónde estás.”
Un final emocionante y una celebración icónica
Con tres kilómetros restantes, Evenepoel estaba a un paso de conseguir oro cuando sufrió un pinchazo. Su mecánico tuvo que cambiar su bicicleta rápidamente. “El lugar donde me pinché estaba cerca de un túnel muy estrecho, así que el coche de apoyo no me vio directamente, no habían visto que me detuve.” A pesar de la tensión, logró asegurar su victoria y celebró con fiereza al cruzar la línea de meta.
Después de más de un mes de competición de élite y con dos medallas de oro alrededor de su cuello, Evenepoel necesitaba un descanso. En la casa olímpica belga, celebró bailando al ritmo de música trance. Con su victoria, se ha consagrado como un héroe deportivo y ha ganado el título de Deportista del Año en Bélgica por dos años consecutivos.
“En la semana pasada de los Juegos Olímpicos, lo que logré en París será el momento más alto de mi vida deportiva,” dice Evenepoel.
Fuente y créditos: www.nytimes.com
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