El naufragio de la superyate Bayesian
Hasta la medianoche del pasado domingo, Matteo Cannia estaba sentado en un banco contemplando el mar en Porticello. Hacía demasiado calor para dormir. El hombre de 78 años, pescador desde los 10, vio los primeros destellos de rayos. “Oí el trueno y el viento y decidí irme a casa”, me contó. “A medida que la tormenta crecía, todos se despertaron. El agua entraba en la casa de mi amigo”.
Alrededor de las 04:15, hora local, Fabio Cefalù, un pescador que había planeado salir esa salvaje mañana de lunes pero que, como otros, decidió no hacerlo, vio de repente una bengala. Cambió de parecer y salió al mar para averiguar qué sucedía, encontrando solo cojines y tablones de madera flotantes. Una lujosa superyate llamada Bayesian, anclada a solo unos cientos de metros, ya se había hundido.
Todo sucedió en un intervalo de 16 minutos de desastre, caos y tormento, que catapultó a un adormecido puerto pesquero siciliano al centro de las noticias mundiales. Solo siete de los 22 pasajeros de la Bayesian lograron llegar a una balsa salvavidas mientras el yate comenzaba a volcarse. Los demás no lograron salir.
La tragedia y su impacto
Charlotte Golunski, una mujer británica, fue arrojada al agua con su hija de un año, Sophie. Contó cómo sostuvo a su bebé en el aire con todas sus fuerzas para mantenerla a salvo de ahogarse. “Todo era negro a mi alrededor”, dijo, “y lo único que podía oír eran los gritos de los demás”. Ella, su bebé y su esposo James estaban entre los rescatados por un capitán de un barco de vela cercano. Atrapado dentro de la hundida Bayesian estaba su colega Mike Lynch, uno de los principales emprendedores tecnológicos del Reino Unido, apodado “el Bill Gates de Gran Bretaña”.
El lujo se convirtió en terror. El Sr. Lynch había reunido a familiares, amigos y colegas para unas vacaciones idílicas en su lujoso barco: un suntuoso yate de vela de 56 metros (184 pies) que ganó premios de diseño y tenía el mástil de aluminio más alto del mundo. En junio, fue absuelto tras un prolongado juicio en EE. UU. por cargos de haber inflado fraudulentamente el valor de su empresa, Autonomy, antes de venderla a Hewlett Packard en 2011. El viaje estaba planeado como una celebración de la libertad para marcar su rehabilitación en la opinión pública.
La investigación sobre el naufragio
Tres días después de que el yate se hundiera, su cuerpo fue recuperado por buzos de los escombros. Al día siguiente, se recuperó el cuerpo de su hija de 18 años, Hannah, quien iba a comenzar a estudiar en la Universidad de Oxford el próximo mes. Entre los otros fallecidos estaban el presidente del banco de inversión Morgan Stanley, Jonathan Bloomer, y su esposa Judy; el abogado del Sr. Lynch, Chris Morvillo, y su esposa Neda; y el chef del yate, Recaldo Thomas. La esposa del Sr. Lynch, Angela Bacares, sobrevivió. La familia ha emitido un comunicado hablando de su “dolor indescriptible”, añadiendo que están “devastados y en shock”.
Cómo se hundió tan rápidamente la superyate mientras otras embarcaciones más pequeñas cercanas sobrevivieron ilesas al temporal ha dejado atónitos a los expertos. En una conferencia de prensa este fin de semana, los fiscales locales dijeron que habían comenzado una investigación sobre posibles delitos de homicidio involuntario y naufragio negligente. El fiscal de la región, Ambrogio Cartosio, dijo a los periodistas que aunque la investigación estaba en una etapa muy temprana y nadie específico estaba siendo investigado, existían “muchas posibilidades de culpabilidad”.
Conclusiones y reflexiones finales
Se ha enviado un pequeño equipo de investigadores marinos británicos a Sicilia para trabajar con sus homólogos italianos. Los fiscales ahora creen que un chubasco fue el fenómeno meteorológico que golpeó el barco: un viento localizado y poderoso que desciende de una tormenta eléctrica y se propaga de manera impredecible. Eso contradice informes anteriores que habían identificado la causa como un trompo de agua o un mini tornado en el mar. En cualquier caso, está claro que el clima extremo jugó un papel importante.
Mientras tanto, la serenidad de Porticello se ha transformado en una importante operación de rescate. La búsqueda de respuestas para solucionar el enigma de lo sucedido a la Bayesian será crucial no solo para ayudar a los seres queridos de las víctimas a alcanzar algún tipo de cierre, sino también para que la industria marítima saque conclusiones. La familia del capitán James Cutfield, quien sobrevivió, ha pedido moderación al juzgar la conducta de la tripulación de la Bayesian. La prensa mundial ha comenzado a abandonar Porticello, que gradualmente regresa a la tranquilidad de su era anterior al naufragio.
“El domingo por la noche, vimos el fin del mundo en Porticello”, dijo la residente Maria Vizzo. “Nunca hemos visto algo así. Todos aquí están conmocionados y todos están llorando.”
Fuente y créditos: www.bbc.com
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