La industria del sexo y su visión reduccionista
La industria del sexo nos ha condicionado a pensar en los juguetes en términos de masculino y femenino, pene y vagina, pero eso es simplista e inexacto, y contribuye a una narrativa mayor sobre la relación entre los genitales y el género. Es poco útil, y tengo muchas opiniones al respecto. Optamos por ser lo más específicos posible y utilizar términos anatómicos para describir zonas erógenas individuales; hay muchas más que solo P y V.
La vulva y el clítoris
La vulva es la parte exterior de la vagina. Incluye los labios mayores, los labios menores, la uretra y el clítoris. Como centro de los nervios erógenos de la vulva, se ha dicho que el clítoris tiene alrededor de 8,000 terminaciones nerviosas, pero investigaciones recientes sugieren que ese número puede variar entre 9,852 y 11,086 terminaciones nerviosas, dependiendo de la persona. Las estructuras internas del clítoris se extienden a los lados de la vagina, donde se encuentra el punto G, el área estimulada por los juguetes que se curvan hacia la parte frontal del cuerpo.
El falo y sus zonas erógenas
El falo es lo que comúnmente se conoce como el cuerpo del pene, e incluye un par de zonas erógenas. El glande es la parte superior del falo, usualmente denominado “cabeza”, y el frenillo es una delgada tira de tejido conectivo en la parte inferior del glande que puede ser particularmente sensible a la estimulación dirigida. Por último, está el ano, el orificio anal. El recto es la porción interior que se conecta con el ano. Ambas áreas pueden ser sensibles tanto a la estimulación interna como externa.
El punto P y el placer anal
Para las personas nacidas con falo, hay una zona erógena adicional: la próstata o punto P. Esta es una glándula del tamaño de una nuez que se encuentra entre las estructuras internas del pene y el recto, y puede ser alcanzada por juguetes que se curvan hacia la parte frontal del cuerpo. Pero incluso quienes no tienen próstata pueden disfrutar plenamente del sexo anal, vibradores anales o cualquier tipo de juego anal, así que no limites tus posibilidades de placer sexual solo porque no tienes un punto P.
Fuente y créditos: www.wired.com
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