Durante el Tercer Reich, se hicieron numerosos intentos de asesinar al líder nazi, Adolf Hitler. El más conocido fue el que tuvo lugar el 20 de julio de 1944 y formó parte de un complot llamado Operación Valkiria.
Más de 200 personas estuvieron involucradas, principalmente el oficial del ejército alemán Claus Schenk Graf von Stauffenberg. Pero junto con él y sus colegas militares, también participaron mujeres civiles, como Erika von Tresckow, esposa de Henning von Tresckow, quien tuvo un papel importante en el complot. Ella apoyó los planes entregando mensajes para coordinar grupos de resistencia militar y civil, así como ayudando a escribir copias limpias de los comandos de la Operación Valkiria.
Cuando el intento de asesinato falló, Henning von Tresckow se suicidó. Erika fue arrestada más tarde por la Gestapo, pero logró fingir no tener conocimiento de los planes y fue liberada.
La historia de Erika von Tresckow es una de las 260 mujeres cuyas historias se cuentan actualmente en el Centro Conmemorativo de la Resistencia Alemana en Berlín en la exposición especial “Mujeres en Resistencia Contra el Nacionalsocialismo”. Es el resultado de años de investigación especial financiada por el Bundestag alemán sobre el papel de las mujeres en las actividades antinazis durante el Tercer Reich.
Las historias ilustran diversas formas de resistencia, desde mujeres que se exiliaron hasta cristianos, socialdemócratas, socialistas, miembros de la Juventud Swing, comunistas, anarquistas, judíos, Testigos de Jehová y lesbianas que se negaron a marchar al compás de los nazis.
Algunos nombres y relatos son conocidos, como el de Sophie Scholl, miembro femenino de la Rosa Blanca ejecutada por distribuir panfletos antinazis. Otro es el de Marlene Dietrich, la estrella de cine que usó su poder de celebridad para actuar para las tropas estadounidenses y prisioneros de guerra alemanes.
Otro nombre menos conocido, pero inspirador, es el de Elfriede Scholz, dedicado por el autor Erich Maria Remarque en su novela “Chispa de Vida”, y el de Elise y Otto Hampel, cuya historia inspiró la novela “Solos en Berlín” de Hans Fallada.
En 1943, la persecución de las mujeres que resistían al régimen se intensificó, y las condenas que antes resultaban en seis meses de cárcel se castigaban con la muerte. Las actividades de resistencia aumentaron en ese momento.
El esfuerzo de resistencia tiene lecciones para las personas de hoy: es posible hacer algo contra las dictaduras. Sí, es arriesgado, pero no significa que debamos resignarnos a las mareas políticas de cualquier tipo; más bien, podemos hacer algo.
Fuente y créditos: www.dw.com
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