El Balón de Oro y la Generación Perdida del Fútbol
El 28 de octubre, en el Théâtre du Châtelet de París, se elegirá a un nuevo ganador del Balón de Oro, el máximo galardón individual del fútbol masculino. Entre los principales candidatos se encuentran el extremo brasileño Vinicius Junior, quien anotó en la victoria del Real Madrid en la final de la Liga de Campeones, y el centrocampista español Rodri, quien destacó en las exitosas campañas del Manchester City y su selección nacional. Si Vinicius Jr, de 24 años, gana el premio, se convertirá en el primer jugador nacido en el siglo XXI en hacerlo. Por otro lado, Rodri sería el primer ganador nacido en la década de 1990.
La dominación de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo en el Balón de Oro ha sido notable, con ocho y cinco títulos, respectivamente, en los últimos 15 años. Este dominio ha estado marcado solo por las victorias de Luka Modric en 2018 y Karim Benzema en 2022. Todos estos jugadores nacieron entre mediados y finales de la década de 1980, momento en el que se les consideraba como talentos prodigiosos en su adolescencia y que han tenido un rendimiento destacado en sus treintas.
A medida que Messi y Ronaldo están en el ocaso de sus carreras, jugadores como Neymar, Toni Kroos, Kevin De Bruyne, Mohamed Salah, Virgil van Dijk, Harry Kane, Antoine Griezmann y los retirados Eden Hazard y Gareth Bale, también nacidos en los años 80, han sido opacados. Sin embargo, una nueva generación de estrellas, como Kylian Mbappé, Vinicius Jr, Erling Haaland, Jude Bellingham, Phil Foden, Jamal Musiala y Lamine Yamal, ha comenzado a tomar protagonismo. De este grupo, Mbappé es el mayor a los 25 años y el resto nació después del año 2000, incluido Yamal, el muestra de la explosiva calidad que emerge en el fútbol.
Entre quienes nacieron a mediados de la década de 1990, se observa una brecha en cuanto a perfil y reconocimiento. Rodri, quien finalizó en el quinto lugar en la votación del año pasado, es el único jugador de ese rango de edad en haber ocupado una posición entre los cinco primeros del Balón de Oro. Además, muy pocos jugadores nacidos entre 1994 y 1997 han logrado ascender en la clasificación, indicando una falta de representación en el fútbol europeo de alto nivel.
El grupo de jugadores nacidos a mediados de la década de 1990 parece no haber recibido el reconocimiento merecido en comparación con sus predecesores o sucesores. Este fenómeno se traduce en una clara falta de figuras destacadas y talento llamativo en las listas y clasificaciones del Balón de Oro. La devoción por los jugadores excepcionales ha crecido, pero también ha cambiado la valoración de los jóvenes talentos, que ahora se ven beneficiados en el contexto actual del fútbol moderno.
A medida que los clubes buscan desarrollar y comercializar a los jugadores más jóvenes, los que pertenecen a esta generación intermedia se enfrentan a un desafío considerable para destacar. Como señala el cazatalentos José Chieira, el enfoque del mercado se ha desplazado hacia la adquisición de futbolistas menores de 23 años, lo que afecta la valorización y representación de aquellos que están entre los 24 y 30 años.
Por último, si Rodri se consagra como el mejor jugador de fútbol masculino en 2024, sería un signo de cambio en el perfil, estilo de juego y edad. Rodri sería un representante perfecto de una generación que ha pasado desapercibida y subestimada, renaciendo finalmente el interés por una generación futbolística que merece ser reconocida.
Fuente y créditos: www.nytimes.com
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