Donald Trump enfrenta posibles demandas de artistas tras decisión judicial
El ex presidente Donald Trump podría enfrentar una serie de demandas de ABBA, Beyoncé y muchos otros después de que un tribunal federal concediera una orden de restricción temporal que le prohíbe usar una canción de 1966 en sus mítines políticos. El martes, el juez Thomas Thrash Jr. en Atlanta, Georgia, emitió una orden que bloquea el uso adicional de la canción “Hold On, I’m Coming,” coescrita por el fallecido Isaac Hayes, sin la licencia adecuada.
Declaraciones tras la decisión del juez
“Estamos muy agradecidos y felices por la decisión. Donald Trump ha sido prohibido de tocar la música de Isaac Hayes nuevamente. No podría pedir una mejor resolución,” declaró el hijo de Hayes, Isaac Hayes III, a los periodistas fuera de la sala del tribunal. El ex presidente ha tocado regularmente la canción antes y después de sus mítines, y también se presentó en la Convención Nacional Republicana de este año. Aunque en 2016, 2020 y 2024, los artistas han denunciado el uso no autorizado de su música por parte de la campaña de Trump, hasta recientemente, ninguno había presentado una demanda, según The Hollywood Reporter.
Iniciativas de los artistas para proteger su música
Sin embargo, el hijo de Hayes enfatizó que esta decisión debe servir como una oportunidad para que otros artistas se pronuncien si no quieren que su música sea usada por Trump o por otras entidades políticas. El ex presidente probablemente creía estar en una posición legal sólida, ya que el uso de la canción se originó con el grupo soul de los 60, Sam and Dave. Sam Moore, uno de los miembros sobrevivientes del grupo, quien cantó “America the Beautiful” en el concierto inaugural de Trump en 2017, mostró apoyo a su derecho a utilizar la canción en un documento legal.
Respuestas de otros artistas ante el uso de su música
La familia de Isaac Hayes había visto la situación de manera diferente. Se presentaron ante el juez Thrash para impedir que la campaña de Trump continúe usando la canción. Isaac Hayes III ya había enviado una carta de cese y desistimiento a la campaña de Trump, demandando $3 millones en regalías y $150,000 por cada vez que Trump utilice la canción. En documentos judiciales, los abogados de Trump afirmaron haber obtenido permiso escrito de la organización de derechos de autor de compositores, BMI, y señalaron que Hayes había cedido los derechos de la canción a Stax Records en 1966.
Con el tribunal todavía apoyando al patrimonio de Hayes, a pesar del permiso escrito, las puertas parecen haberse abierto para que otros músicos busquen detener a Trump del uso de su música sin consentimiento. Artistas como Jack White y ABBA han levantado voces de protesta, indicando que no han otorgado permiso para el uso de sus canciones en los eventos de la campaña. White, por ejemplo, amenazó con demandar después de que la directora asistente de comunicaciones de Trump, Margo Martin, compartiera un clip de él abordando un avión con su canción “Seven Nation Army” como fondo. Asimismo, ABBA solicitó que se retiraran los videos de la campaña donde se usaron sus canciones.
La abogada de entretenimiento, Colleen Kerwick, comentó que algunos familiares han logrado recuperar los derechos de composición bajo la Sección 203 de la Ley de Derechos de Autor, que permite a los compositores y herederos recuperar sus derechos sobre material de discográficas y editoriales. Sin embargo, aunque el juez Thrash se puso del lado del patrimonio de Hayes sobre el uso futuro de “Hold On, I’m Coming,” rechazó la solicitud para que la campaña de Trump eliminara videos más antiguos que también usaban la canción de Hayes.
Fuente y créditos: www.newsweek.com
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