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    ¿Conocemos lo suficiente sobre los riesgos para la salud de las nuevas fábricas de semiconductores?

    Joe Biden speaks at a podium in the middle of a construction site. Workers in bright vests and hard hats can be seen standing behind him, with a large American flag hung above them. Construction equipment is in the background.

    La presión sobre la administración Biden

    La administración Biden, que ha invertido miles de millones de dólares en la construcción de fábricas de chips en EE. UU., enfrenta nueva presión sobre los riesgos de salud y seguridad que estas instalaciones podrían representar. Los defensores sostienen que las revisiones ambientales para los nuevos proyectos necesitan ser más exhaustivas. Se critica la falta de transparencia sobre los tipos de sustancias tóxicas que los trabajadores de las fábricas podrían manejar, y los planes para evitar que desechos peligrosos, como los productos químicos persistentes, filtren al medio ambiente han sido vagos.

    Comentarios de sindicatos y grupos ambientales

    Una coalición de influyentes sindicatos laborales y grupos ambientales, incluidos el Sierra Club, ha presentado comentarios al Departamento de Comercio sobre las evaluaciones ambientales preliminares, indicando que estas son insuficientes. Los comentarios de la coalición destacan listas de problemas potenciales en varios proyectos en Arizona e Idaho, enfatizando la opacidad de las medidas de seguridad que los fabricantes tienen para proteger tanto a los trabajadores como a los residentes cercanos. “No nos estamos oponiendo a la existencia de estas plantas. Sabemos que tendrán que usar sustancias peligrosas”, indican las organizaciones.

    La responsabilidad de las empresas fabricantes

    Los grupos no buscan detener el avance de los proyectos, sino asegurarse de que la industria evite errores cometidos durante la época en que EE. UU. fabricaba muchos más semiconductores. La primera generación de fábricas de semiconductores en América dejó Silicon Valley marcado por sitios tóxicos todavía en proceso de limpieza décadas después. Lenny Siegel, director ejecutivo del Centro para la Supervisión Ambiental Pública (CPEO), menciona que la falta de transparencia sigue siendo uno de los mayores problemas.

    Regulaciones ambientales y proyectos de CHIPS

    Siegel forma parte de CHIPS Communities United, una coalición que ha surgido en el último año para responsabilizar a los fabricantes de semiconductores ante las comunidades donde establecen operaciones. El grupo, que incluye sindicatos conocidos como Communications Workers of America y United Auto Workers, está activo en un momento crucial para EE. UU. La Ley CHIPS y Ciencia, aprobada en 2022, creó $52.7 mil millones en fondos para la fabricación de chips y más de la mitad de ese dinero ya había sido distribuido a ocho empresas construyendo fábricas en 10 estados.

    Impacto ambiental y preocupaciones sobre productos químicos

    Los proyectos propuestos están sujetos a regulaciones ambientales adicionales si las empresas aceptan fondos federales. Se requiere que las agencias federales realicen revisiones ambientales de grandes proyectos según la Ley Nacional de Política Ambiental (NEPA). Sin embargo, hasta ahora, el Departamento de Comercio ha publicado evaluaciones ambientales preliminares que describen los efectos ambientales potenciales como menores, siempre y cuando se implementen controles adecuados.

    Historia de toxicidad en la fabricación de chips

    La historia de los chips informáticos es preocupante en cuanto a la toxicidad. Santa Clara, donde antes se ubicaban fábricas de chips, tiene más sitios Superfund que cualquier otro condado en EE. UU., con contaminantes que fueron una carga para el suelo y las fuentes de agua. Aunque la industria ha tomado medidas para prevenir la contaminación, los expertos en toxicología advierten que las mezclas químicas cambiantes pueden ocultar peligros potenciales.

    Investigación sobre productos químicos permanentes

    Recientemente, los productos químicos permanentes han generado más preocupación. Incluyen miles de sustancias perfluoroalquiladas (PFAS) utilizadas en una variedad de productos. Los científicos aún luchan por comprender cómo la exposición afecta al cuerpo humano, aunque hay evidencias que relacionan la exposición alta a estos químicos con riesgos de salud graves. CHIPS Communities United busca claridad sobre cómo serán manejados los desechos peligrosos en estas nuevas fábricas.

    Compromisos comunitarios y transparencia

    La coalición también quiere que las empresas se comprometan a acuerdos comunitarios vinculantes legalmente y que el Departamento de Comercio estipule protecciones ambientales y de salud específicas en sus contratos. La falta de regulaciones actualizadas sobre productos químicos y límites de exposición hace que estos compromisos sean esenciales para garantizar la salud y la seguridad de los trabajadores y las comunidades.

    Preocupaciones futuras

    Además, CHIPS Communities United está preocupada por cómo estas nuevas fábricas manejarán la contaminación climática y el uso de agua, especialmente en estados como Arizona que enfrentan sequías prolongadas. Las respuestas de la coalición al Departamento de Comercio abordan una variedad de problemas, desde la calidad del aire hasta el manejo de sustancias peligrosas.

    Fuente y créditos: www.theverge.com

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