Cómo Tee Higgins de los Bengals superó y salió adelante de una offseason tumultuosa

The Athletic

Introducción a Tee Higgins

CINCINNATI — Tee Higgins admite con tranquilidad: “Soy realmente introvertido”. Sin embargo, quienes lo conocen desde su llegada a Cincinnati como la selección número 33 en 2020 ya lo saben. A pesar de sus destacados momentos en el campo, rara vez busca atención. El estrella tímido, con una sonrisa apagada, podría ver una repetición de su impresionante touchdown de salto contra Minnesota como una entrada más a su carrera llena de jugadas destacadas, pero siempre se ha mantenido un paso adelante del protagonismo.

Un verano complicado para Higgins

El pasado off-season, escapar de la atención fue imposible. El dinero y la controversia atrajeron miradas, y Higgins se sintió abrumado. En una discusión frente a su casillero, mientras el sudor aún caía de su frente tras su primera práctica con los Bengals bajo la etiqueta de franquicia, comprendía su realidad. No obstante, eso no significa que lo haya disfrutado. Después de una rápida colocación de la etiqueta de franquicia, una solicitud de intercambio, y observar cómo otros jugadores etiquetados lograron extensiones a largo plazo, sentía que necesitaba apagar los focos.

El dilema de la etiqueta de franquicia

La etiqueta de franquicia por un año a $21.8 millones le dio a Higgins una dura visión de la naturaleza del negocio en la NFL. Tenía un profundo amor por Cincinnati, pero pidió ser intercambiado después de no lograr negociar un contrato a largo plazo. Sintiéndose herido porque el equipo no valoró su contribución, cada negociación que se cerraba mostró lo que no había logrado, sumando a su frustración.

El apoyo familiar y el crecimiento personal

Su madre, Camilla “Lady” Stewart, expresó su preocupación por la salud mental de su hijo. Mientras tanto, el entrenador de los Bengals, Zac Taylor, aseguraba que estaba en contacto con Higgins, brindándole apoyo emocional. Con el paso del tiempo, Higgins trató de concentrarse en su rendimiento en el campo, viendo el proceso de contratación como una oportunidad para crecer y prepararse para una nueva temporada.

Conclusión y futuro de Higgins

Finalmente, cuando decidió firmar la etiqueta, su enfoque volvió a ser el fútbol. A pesar de que esto no era lo que deseaba, se ajustó a su nueva realidad. Para Higgins, ser feliz significaba concentrarse en su juego, aprender a lidiar con la presión y aceptar el apoyo de su familia. Aunque probablemente esta sea su última temporada con los Bengals, tiene grandes sueños por delante. “Si sale y hace lo que se supone que debe hacer”, decía su entrenador, “romperá el banco”.

Fuente y créditos: www.nytimes.com

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