El aumento de armas de imitación en EE.UU.
En 2023, se compraron más de 12 millones de armas de balines y de fogueo en Estados Unidos. Muchas tienen un peso, marcas y acabados similares a las armas de fuego reales. Sin embargo, estas réplicas no tienen la obligación federal de contar con indicadores claros que demuestren que no disparan balas. En la mayoría de los estados, están disponibles para la compra por adultos sin verificaciones de antecedentes o restricciones. A pesar de no ser clasificadas como armas letales, tener una puede resultar mortal. Solo este año, 12 personas han sido disparadas y asesinadas por la policía mientras portaban un arma réplica. Tres de ellas eran menores de 18 años. Desde 2014, al menos 320 personas han sido disparadas y asesinadas por la policía mientras sostenían armas réplicas, según una base de datos del Washington Post y una revisión de CBS News de los incidentes. Diecinueve de esas víctimas eran menores.
Regulaciones insuficientes sobre armas de juguete
A medida que más de estas armas llegan a manos de la gente cada año, la policía, los legisladores y los activistas luchan por encontrar formas de mantener a la población a salvo. En EE.UU., la mayoría de las armas de juguete deben tener una punta de color brillante o colores en el cuerpo que las distingan de las armas reales, como los colores neón en las pistolas de agua Nerf o el nub naranja en el cañón de una pistola de juguete. Desde 1989, es ilegal “enviar, transportar o recibir cualquier juguete, imitación o arma de fuego de aspecto similar” sin esas marcas.
No obstante, las “armas de aire de bbs, paintball o pelotas” no están sujetas a ese mismo estándar. Debido a un vacío en la ley federal, estas armas de aire comprimido que disparan pequeños proyectiles de metal pueden parecer completamente realistas sin marcas diferenciadoras. Los reguladores y legisladores han afirmado durante años que estas reglas necesitan cambiar, pero la ley no se ha actualizado desde su creación.
Casos trágicos de confusión mortal
Ya en 1989, la Corte Suprema dictaminó que los oficiales de la ley pueden usar fuerza letal cuando creen razonablemente que “el sujeto de dicha fuerza representa un peligro inminente de muerte o lesión física grave para el oficial o para otra persona”. Esto significa que si la policía no puede distinguir si un arma es letal o no letal, tienen el derecho legal de usar fuerza letal. Este año, esto ha demostrado ser cierto. El 26 de abril, Brandon Salgado, de 17 años, fue asesinado por la policía en Long Beach, California, mientras supuestamente cometía un robo en casa, armado con un arma réplica. El 1 de mayo, Damian Scott Cadena Haglun, de 14 años, llevó lo que parecía ser un rifle largo a su escuela secundaria en Mount Horeb, Wisconsin, y fue asesinado por la policía fuera del edificio; era un rifle de balines.
El 28 de junio, Nyah Mway, de 13 años, fue detenido por la policía en Utica, Nueva York, porque coincidía con la descripción de un sospechoso de robo. La policía dijo que el niño intentó huir y sacó lo que parecía ser un arma de fuego de su bolsillo. Fue disparado y asesinado; tenía una pistola de balines Umarex Glock. En septiembre, la familia de Mway presentó un aviso para preservar su derecho a demandar a los oficiales de policía involucrados y a la ciudad de Utica. Los oficiales están de licencia administrativa paga y bajo investigación por el fiscal general del estado.
Responsabilidad de los fabricantes y la industria
El Jefe de Policía de Utica, Mark Williams, dice que considera a los fabricantes parcialmente responsables de la muerte de Mway. “Estas armas no deberían fabricarse como réplicas exactas de un arma de fuego real”, dijo Williams. “Deben saber que eventualmente estas armas caerán en manos de niños”. Lindsay Nichols, directora de políticas del Giffords Law Center, también está de acuerdo en que la responsabilidad recae en parte en los fabricantes que eligen hacer y comercializar armas de balines. Asegura que el público debe poder responsabilizarlos. “Saben que estas armas pueden confundirse con armas reales”, afirmó Nichols. “La industria sabe que estas pueden ser peligrosas de esta manera.” Durante años, algunos legisladores han intentado expandir estas restricciones, esperando hacer que las armas de balines y de fogueo sean más difíciles de acceder y de confundir con las reales.
Fuente y créditos: www.cbsnews.com
Cats: CBS Evening News