El Ejército israelí anunció el martes el lanzamiento de operaciones terrestres en el suroeste del Líbano, lo que marca una expansión de su incursión que, según funcionarios israelíes, tiene como objetivo hacer retroceder a los militantes de Hezbolá de la frontera. Al igual que con sus operaciones iniciales en el Líbano que comenzaron el 30 de septiembre, el Ejército israelí describió estos nuevos esfuerzos como “operaciones limitadas, localizadas y específicas”.
La campaña terrestre está acompañada de una ofensiva aérea generalizada, que ha incluido ataques aéreos en Beirut y otras áreas del sur y este del Líbano. El Ejército israelí informó que uno de esos ataques aéreos resultó en la muerte de un alto comandante de Hezbolá, Suhail Husseini, relacionado con la transferencia de armas de Irán al grupo militante libanés. Este ataque ocurrió 10 días después de que un ataque israelí matara al líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah.
El conflicto ha impulsado a varios gobiernos a evacuar a sus ciudadanos del Líbano. Turquía anunció el envío de dos barcos para evacuar a 2.000 ciudadanos, mientras que Estados Unidos facilitó vuelos que evacuaron a 180 personas de Beirut a Estambul. Además, las Fuerzas de Defensa de Israel emitieron advertencias a pescadores en la zona del río Awali, prohibiendo el acceso a la playa y al mar “hasta nuevo aviso”.
En una conmemoración del ataque terrorista de Hamas del 7 de octubre de 2023, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, describió la situación como una “batalla crítica”. También hizo un llamado a la unidad y determinación para cumplir los objetivos de la guerra, que incluyen la derrocación del gobierno de Hamás y el regreso de todos los rehenes. Por su parte, el presidente de EE. UU., Joe Biden, expresó su apoyo y condenó el sufrimiento del pueblo palestino debido al conflicto.
El ministro de Defensa israelí expresó el compromiso de garantizar el regreso de los ciudadanos a salvo y de hacer lo posible por rescatar a los rehenes en Gaza. El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, hizo un llamado a la paz y a la liberación de los rehenes. En la ONU, se celebró una conmemoración por las víctimas del ataque del 7 de octubre, liderada por el embajador israelí.
Hasta ahora, las Fuerzas de Defensa de Israel han confirmado la muerte de 728 soldados desde el 7 de octubre en Gaza y Líbano, con más de 4.500 heridos. Los militantes de Hamás causaron la muerte de unas 1.200 personas en su ataque del 7 de octubre y tomaron como rehenes a aproximadamente 250 individuos. La campaña militar israelí ha resultado en la muerte de casi 42.000 palestinos y más de 97.000 heridos, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no distingue entre militantes y civiles.
Tanto Hamás como Hezbolá están designados como organizaciones terroristas por Estados Unidos, el Reino Unido, la Unión Europea y otros.
Fuente y créditos: www.vozdeamerica.com
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