Golpe Brutal a Narges Mohammadi en la Prisión de Evin
La activista iraní de derechos humanos y ganadora del Premio Nobel de la Paz, Narges Mohammadi, fue brutalmente golpeada por los guardias en la notoria prisión de Evin en Teherán, según informó su familia y abogado. Mohammadi y otras reclusas habían estado protestando contra la pena de muerte el martes 6 de agosto, cuando las autoridades del penal disolvieron violentamente la manifestación.
“Todos los prisioneros tienen derecho a la libertad de expresión y a protestar pacíficamente; no deben ser brutalmente golpeados por esto”, comentó Taghi Rahmani, esposo de Mohammadi, quien confirmó que el incidente había ocurrido.
Condiciones Críticas de Salud y Negación de Atención Médica
Varios prisioneros perdieron el conocimiento durante el ataque. Aunque algunas mujeres heridas fueron vendadas tras ser revisadas por el médico del penal, se les negó una atención médica adecuada. Mai Sato, relatora especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en la República Islámica de Irán, ha expresado su preocupación por Mohammadi y sus compañeras de prisión. Sato afirmó que ella y otros expertos en derechos humanos de la ONU han solicitado la liberación inmediata de Mohammadi y el acceso a atención médica adecuada para ella y las demás mujeres.
Las autoridades de la prisión iraní, por su parte, niegan que los guardias hayan abusado físicamente de las reclusas.
La Larga Sentencia de Narges Mohammadi
Mohammadi fue condenada a diez años de prisión por su activismo pacífico a favor de los derechos humanos, incluyendo la abolición de la pena de muerte en Irán. La activista sufre de una condición de salud, con vasos cardíacos constrictos. Su esposo, que vive en el exilio en París con sus hijos de 18 años, Kiana y Ali Rahmani, ha declarado que este problema de salud está registrado en sus documentos médicos.
Los gemelos dejaron Irán en 2015 y no han visto a su madre desde entonces. No han escuchado su voz en nueve meses, ya que las autoridades carcelarias iraníes le niegan a Mohammadi el derecho a realizar llamadas telefónicas.
Solidaridad Internacional y Protestas Semanales
“Narges y otras valientes prisioneras políticas en Irán están luchando por la iluminación de la sociedad”, afirmó Abdolkarim Lahiji, presidente honorario de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH). “Son una espina en el costado del aparato de seguridad; las autoridades están intentando acabar con ellas”. Lahiji ha pasado más de cinco décadas abogando por los derechos humanos en Irán.
Lahiji, junto con 42 otros activistas y organizaciones de derechos humanos, publicó una carta abierta expresando solidaridad con las prisioneras políticas en Irán en varios periódicos europeos, incluyendo el diario francés Liberation y el diario alemán Tagesspiegel, el lunes 19 de agosto. La carta pide el fin de la represión y una investigación internacional.
Alrededor de 70 mujeres de diferentes creencias y generaciones están actualmente encarceladas como prisioneras políticas en la prisión de Evin en Teherán. “Estas mujeres han sido arrestadas y encarceladas injustamente por defender la libertad y los derechos humanos en Irán”, señala la carta.
Las reclusas han estado protestando contra la pena de muerte en Irán todos los martes durante varios meses. El año pasado, 853 personas fueron ejecutadas en Irán, según la organización de derechos humanos Amnistía Internacional, lo que representa el número más alto desde 2015. Las penas capitales han continuado este año, con al menos 274 ejecuciones llevadas a cabo en la primera mitad de 2024. Una de las últimas ejecuciones conocidas tuvo lugar el 6 de agosto, el mismo día en que se reprimió brutalmente la protesta de mujeres en la prisión de Evin. Protestaron contra la ejecución de Reza Rasaei, un miembro de la minoría kurda de Irán, que fue asesinado en la prisión de Dizel Abad, en la provincia de Kermanshah.
Rasaei fue ejecutado sin previo aviso. Había sido arrestado en medio de las protestas nacionales por “Mujer, Vida, Libertad”, que se desataron tras la muerte de Jina Mahsa Amini el 16 de septiembre de 2022. La joven murió bajo custodia policial después de ser arrestada y golpeada por no seguir la ley del hiyab obligatoria en Irán. Rasaei y otros diez manifestantes fueron acusados de estar involucrados en la muerte de un miembro de las fuerzas de seguridad iraníes, una acusación que Rasaei había negado de manera constante. Ni Rasaei, ni su familia ni su abogado fueron informados de la inminente ejecución, según Amnistía Internacional.
Fuente y créditos: www.dw.com
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