¿Qué es la regla del 25%?
Cuando se trata de comprar una casa, uno de los mayores desafíos es determinar cuánto puedes permitirte razonablemente. Después de todo, no quieres quedarte “sin dinero” tras pagar la hipoteca y no tener nada para otros gastos y ahorros. La regla del 25% puede ser una guía útil. La regla del 25% establece que tus costos mensuales de vivienda (incluyendo tu pago hipotecario, impuestos sobre la propiedad, seguro del propietario y cualquier cuota de la asociación de propietarios) no deben exceder el 25% de tus ingresos netos mensuales. En otras palabras, si tu salario mensual (después de impuestos) es de $6,000, tus costos mensuales de vivienda no deberían ser más de $1,500.
Razones por las que la regla del 25% tiene sentido
Esta regla puede ser útil por varias razones clave:
1. Ayuda a asegurar que tus costos de vivienda sean razonables en relación a tu ingreso total. Mantener la vivienda en o por debajo del 25% de tus ingresos deja espacio en tu presupuesto para otros gastos importantes como alimentos, transporte, atención médica y ahorro para el futuro.
2. Proporciona una manera simple y directa de estimar el precio máximo de compra de tu hogar. Una vez que conoces tu ingreso neto mensual, puedes calcular rápidamente el pago mensual máximo que deberías fijar, y luego usarlo para determinar el precio de la casa que puedes permitirte.
3. Se alinea con las pautas comunes de préstamo hipotecario. La mayoría de los prestamistas utilizan una relación deuda-ingreso del 36% como referencia para aprobar solicitudes de hipoteca, por lo que la regla del 25% puede ayudarte a mantenerte dentro de esos parámetros.
¿Cuándo es aceptable romper esta regla?
Por supuesto, la regla del 25% es solo una guía general, y puede haber momentos en los que tenga sentido desviarse de ella. Aquí hay algunas situaciones en las que podría ser aceptable romper esta “regla”:
– Si tienes una fuente de ingresos secundaria confiable que no se incluye en el cálculo del 25%. Esto podría permitirte gastar un poco más en vivienda.
– Si tienes pocas deudas, como préstamos de automóvil o préstamos estudiantiles. Cuanto menor sea tu carga total de deudas, más costos de vivienda podrás manejar.
– Si vives en un área con un costo de vida particularmente alto. En estos casos, seguir la regla del 25% podría dificultarte encontrar una casa aceptable, por lo que podrías necesitar gastar un poco más.
La clave es mirar tu panorama financiero completo: ingresos, otras deudas, gastos, objetivos de ahorro y determinar qué costos de vivienda realmente puedes permitirte, incluso si eso significa exceder la pauta del 25% en algunos casos. Como con la mayoría de los consejos de finanzas personales, la regla del 25% es un buen punto de partida, pero tus circunstancias únicas deberían guiar, en última instancia, tus decisiones de compra de vivienda.
Fuente y créditos: lifehacker.com
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