Problemas en la nueva prisión de mujeres de Escocia
Una “gran falla de diseño” en la nueva prisión para mujeres de £85 millones en Escocia ha llevado a los residentes cercanos a quejarse por el ruido y el comportamiento antisocial, según un nuevo informe. La HMP Stirling se inauguró hace un año, reemplazando a Cornton Vale como una de las principales prisiones de mujeres en Escocia. Sin embargo, un informe del Inspector de Prisiones de Escocia indicó que las unidades de separación, que albergan a las internas más desafiantes, estaban “ubicadas a la vista y sonido de la comunidad vecina”. El informe mencionó que debería haberse diseñado con la Unidad de Separación y Reintegración (SRU) ubicada al otro lado de la prisión.
Reacciones de los residentes cercanos
El Servicio Penitenciario Escocés señaló que el informe “destaca muchas áreas de buenas prácticas” en la nueva cárcel y que Escocia “está liderando el camino en la gestión de mujeres en custodia”. La publicación del informe llegó después de que los residentes cercanos afirmaron que tuvieron que mantener sus ventanas cerradas y usar auriculares con cancelación de ruido por la noche para ahogar gritos, insultos y maldiciones provenientes del sitio. Algunos han señalado anteriormente que podían ver las celdas desde sus hogares.
Impacto en la salud mental de los vecinos
Tony McAulay, quien vive en la finca junto al nuevo sitio de la prisión desde hace 24 años, expresó que “necesitan mover a los prisioneros que se comportan mal tan lejos como sea posible de los residentes de esta finca y poner fin a esto”. McAulay también destacó: “El impacto que está teniendo en la salud mental de las personas es increíble. Es el estrés de toda la situación. He escuchado de dos pensionistas que sintieron que la única salida era vender su casa. Eso no es correcto.”
Fallos de diseño y propuestas de solución
Los inspectores elogiaron muchos elementos de la nueva prisión, pero señalaron que la ubicación de la SRU, que alberga a prisioneras que a menudo pueden ser peligrosas y violentas, parecía ser una “decisión de diseño desafortunada”. El diseño de la nueva prisión fue concebido para ser “significativamente diferente” de una cárcel tradicional. Se tuvo en cuenta el hecho de que la mayoría de las internas tienen experiencia de trauma, y se construyó como un campus sin seguridad visible, sin barrotes en sus ventanas y celdas.
El informe también mencionó que, aunque se habían resuelto problemas como persianas removibles y ventanas frágiles, la gran falla seguía siendo la ubicación de la SRU, que alberga a prisioneras con los desafíos psicológicos más complejos. Los niveles de ruido en la unidad de segregación habían resultado en quejas de la comunidad local. En el momento de la inspección, la prisión había elaborado una actualización sobre un plan de seis puntos destinado a abordar las preocupaciones de los locales, que incluía medidas de ventilación en las habitaciones y una nueva cerca para oscurecer las vistas de la unidad.
Wendy Sinclair-Gieben, Inspector Jefe de Prisiones, comentó: “La realidad es que algunas mujeres están muy enfermas mentalmente, algunas son violentas y refractarias, y algunas son ruidosas. El personal es más que capaz de lidiar con todos esos casos, pero necesita poder manejarlos sin interrumpir a las demás prisioneras o a la comunidad local”.
Un portavoz del Servicio Penitenciario Escocés añadió: “Ha pasado poco más de un año desde que abrimos la HMP & YOI Stirling. Reconocemos que hay áreas donde es necesaria una mejora y estamos trabajando arduamente para abordar estos asuntos para nuestro personal, aquellas en nuestra vigilancia y nuestros vecinos. Nuestra estrategia transformadora y pionera para mujeres en custodia, respaldada por una inversión significativa del gobierno escocés, ha dado un cambio importante en cómo apoyamos la rehabilitación de las personas a nuestro cuidado, reduciendo el riesgo de reincidencia y ayudando a construir comunidades más seguras.”
Fuente y créditos: www.bbc.com
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