¿Por qué llevar un diario de entrenamiento en papel?
En esta era digital, existen muchas aplicaciones y dispositivos que prometen rastrear fielmente tu progreso en el gimnasio o tu kilometraje al correr. Sin embargo, yo prefiero llevar mi diario de entrenamiento en papel. La publicación The Onion documentó esta subcultura en un artículo titulado “Guy at Gym Has Precious Little Diary to Keep Track of All His Exercises”. He notado que los atletas de élite también lo hacen: la olímpica Mattie Rogers escribió en Instagram que “realmente, si no estás escribiendo tus entrenamientos, cómo te sientes, qué cambios hiciste ese día, lo que duele, lo bueno, lo malo, etc., te estás perdiendo un vínculo importante en tu entrenamiento, en mi opinión.”
Otro olímpico, el remero Brad Alan Lewis, escribió su memorias “Assault on Lake Casitas” en parte basado en sus diarios de entrenamiento. Durante un capítulo, cuando se sentía desconectado de su entrenamiento, mencionó que no llevaba ninguna bitácora. Esto es relevante para la historia, ya que finalmente volvió a retomar el control de su entrenamiento y logró una victoria inesperada en las pruebas olímpicas.
¿Cómo empezar tu diario de entrenamiento en papel?
Primero, necesitas un cuaderno. Lo mejor es uno que sea rígido o cosido, ya que los de espiral suelen deteriorarse al ser lanzados en una bolsa de gimnasio. Puedes optar por un cuaderno de alta calidad como un Leuchtturm o uno más asequible de una tienda. Otra opción son los cuadernos de composición, que son económicos y sin espirales que se puedan romper.
Además, hay diarios preimpresos que ayudan a organizar tu entrenamiento, con un espacio para cada ejercicio y áreas para registrar tu ingesta de agua, suplementos, peso corporal, macronutrientes y más. Estos cuadernos son útiles para corredores, ofreciendo un diseño que resume una semana de carreras en una página.
¿Qué registrar en tu diario de entrenamiento?
Lo que decidas rastrear depende de ti, pero considera incluir:
– Hora del día
– Duración del entrenamiento
– Ejercicios de fuerza realizados, con repeticiones, series y peso
– Sensaciones durante los ejercicios
– Tiempo de descanso entre series
– Grupos musculares trabajados
– Para correr o cardio, si hiciste intervalos o un protocolo específico
– Intensidad del entrenamiento y cómo te sentiste en general
– Otros factores que pudieron influir en tu rendimiento, como si comiste antes del gimnasio o si tuviste un día estresante en el trabajo.
– Compañeros de entrenamiento y el objetivo que querías alcanzar.
¿Qué más registrar en tu diario de entrenamiento?
Además de los entrenamientos, podrías rastrear otros aspectos de tu salud o estado físico, como:
– Pasos diarios
– Consumo de agua
– Calorías y macronutrientes
– Tu peso
– Tu estado de ánimo
– Frases o consejos motivacionales
– Ideas para futuros entrenamientos u objetivos
– Líneas de tiempo generales, como la preparación para un maratón.
No olvides usar tu diario para reflexionar sobre tu progreso y anotar los resultados de las competiciones. Si participaste en una carrera, escribe cómo fue y qué harías diferente la próxima vez. Además, documenta cómo te preparaste para alcanzar un objetivo en el gimnasio y cómo lo celebraste.
Fuente y créditos: lifehacker.com
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