Envío de personas a Marte: Desafíos invisibles
Enviar personas a Marte no será fácil. Existen los desafíos evidentes de llevar a las personas y suministros al espacio y aterrizarlos de manera segura en otro planeta. Una vez que lleguen, necesitarán un lugar seguro para vivir con aire para respirar, agua para beber y comida para comer. Sin embargo, el mayor obstáculo para la exploración tripulada de Marte podría ser algo que es totalmente invisible y a menudo se pasa por alto: la radiación espacial que puede causar estragos en el cuerpo humano.
Radiación espacial y sus efectos en la salud
Si bien Elon Musk se ocupa de elaborar planes para una ciudad marciana, los expertos en exploración espacial humana son más cautelosos. Saben que llegar a Marte podría no ser la parte más difícil si queremos que las personas exploren de forma segura. Investigaciones de décadas en la Estación Espacial Internacional han demostrado que la microgravedad tiene una variedad de efectos en el cuerpo, desde problemas de visión hasta pérdida de masa muscular. Pero salir de la Tierra significa no solo dejar su gravedad, sino también abandonar su burbuja protectora. Y apenas comenzamos a aprender sobre las muchas formas en que la exposición a la radiación espacial puede impactar la salud humana.
Fuentes de radiación y riesgos asociados
La radiación espacial proviene de dos fuentes principales: la actividad solar en forma de llamaradas solares, y partículas energéticas llamadas rayos cósmicos galácticos. Los riesgos para la salud de la radiación espacial son numerosos, pero poco comprendidos. Se piensa que aumenta el riesgo de cáncer, afecta el sistema nervioso central, incrementa efectos degenerativos como enfermedades cardíacas y cataratas, y cambia el sistema inmunológico. Encontrar una manera de mitigar estos efectos determinará si los astronautas pueden visitar Marte de manera segura o si los daños a la salud hacen que sea demasiado peligroso para que las personas pongan un pie allí.
Interacción del microgravedad y la radiación
Otro problema es que los astronautas no solo están expuestos a la radiación. Durante un viaje espacial, también enfrentan la microgravedad, que es bien conocido por causar problemas de salud. Existen efectos más obvios, como la pérdida de tejido muscular porque los músculos no trabajan contra la gravedad, pero también hay evidencia de otros efectos como la remodelación cerebral. Los investigadores están comenzando a examinar cómo los efectos de la microgravedad y la exposición a la radiación pueden acumularse.
Mitigación de riesgos y decisiones informadas
NASA tiene límites estrictos sobre cuánto puede estar expuesto un astronauta a la radiación a lo largo de su carrera, equivalente a un riesgo de mortalidad excesivo del 3-4% por todas las causas. Sin embargo, las decisiones sobre la exposición a la radiación no solo dependen de los astronautas individuales, sino que también involucran las perspectivas de familiares y otros interesados. Las consideraciones sobre el daño individual deben equilibrarse con el potencial de descubrimiento que trae la exploración, incluyendo todo lo que podríamos aprender sobre el cuerpo humano.
Ya sea la brillante ciudad marciana que Musk imagina o, más realísticamente, un pequeño grupo de exploradores dirigiéndose a Marte durante períodos de algunos meses a algunos años antes de regresar a la Tierra, los beneficios de enviar personas a otro planeta podrían ser profundos; simplemente necesitamos ser claros sobre los costos.
Fuente y créditos: www.theverge.com
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