Orden de aprehensión contra Joaquín Guzmán López
CIUDAD DE MÉXICO — En un nuevo giro de la historia sobre la detención de dos miembros del cártel de Sinaloa en Estados Unidos, Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López, la fiscalía mexicana anunció que tiene lista una orden de aprehensión contra Guzmán López no por sus actividades dentro del crimen organizado, sino por haber secuestrado a Zambada y entregarlo a las autoridades estadounidenses.
Aceptación de cargos por traición
Según la Fiscalía General de la República (FGR), se acusa a Guzmán López —hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán— de “privación ilegal de la libertad de una persona en territorio nacional para entregarla a las autoridades de otro país, trasladándola fuera de México con tal propósito”, citando un artículo del código penal que tipifica el delito de traición. Guzmán López forma parte de la facción del cártel conocida como “Los Chapitos” y es acusado por las autoridades estadounidenses de traficar con fentanilo, una de las drogas más lucrativas y letales.
Investigaciones en curso
Después de que ambos capos quedaran bajo custodia estadounidense el 25 de julio tras llegar a Texas en un vuelo privado, el gobierno mexicano indicó que había varias indagaciones abiertas en México contra Zambada. La secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, dijo desconocer si existía algún caso abierto contra Guzmán López. La FGR cuestionó la labor de la fiscalía del estado de Sinaloa, cuya titular dimitió recientemente luego de que se señalaran errores en la investigación del asesinato de un político local, Héctor Melesio Cuén.
Controversia por el secuestro
Zambada indicó en una carta que Guzmán López lo convocó a una reunión en las afueras de Culiacán, donde supuestamente estaban el gobernador del estado y Cuén, a quien llamó buen amigo. La cita concluyó con él secuestrado. La fiscalía de Sinaloa reportó que Cuén había sido asesinado en una gasolinera y divulgó un video del momento del homicidio. Sin embargo, la FGR expresó que la información sobre lo sucedido en la gasolinera no era aceptable ni contaba con pruebas fiables.
La detención de los dos capos, que ya enfrentan cargos en cortes estadounidenses relacionados con narcotráfico, ha desatado una tormenta en México, suscitando dudas sobre posibles vínculos de los criminales con políticos mexicanos y los presuntos intentos de manipulación de pruebas en un homicidio.
Fuente y créditos: www.vozdeamerica.com
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