La legalización de la muerte asistida en Inglaterra
La muerte asistida debería ser legalizada en Inglaterra, según un panel compuesto por miembros de la comunidad. El llamado “jurado de ciudadanos”, un grupo seleccionado al azar para discutir este tema por el Consejo Nuffield de Bioética (NCOB), deliberó durante ocho semanas.
Conclusiones del jurado
Llegaron a la conclusión de que si una persona tiene una enfermedad terminal y la capacidad de tomar su propia decisión sobre una muerte asistida, debería poder acceder legalmente tanto al suicidio asistido por un médico (donde los profesionales de la salud prescriben medicamentos letales a los pacientes elegibles para que los tomen ellos mismos) como a la eutanasia voluntaria (donde los profesionales de la salud administran medicamentos letales a los pacientes con la intención de acabar con su vida). “Este es un hallazgo significativo que será valioso para los responsables de políticas que están considerando si y cómo avanzar en cambios legislativos”, comentó la profesora Anne Kerr, presidenta del Consejo Asesor de Muerte Asistida del Consejo Nuffield de Bioética.
Veintiocho miembros del público formaron parte del jurado, participando en un proceso de ocho semanas diseñado para explorar la complejidad de la muerte asistida. Escucharon a una variedad de expertos y consideraron pruebas antes de votar sobre si la ley debería cambiar para permitir la muerte asistida.
Opiniones sobre el cambio legislativo
Veinte miembros estaban a favor o tendían a estar de acuerdo en que la ley debería cambiar para permitir la muerte asistida en Inglaterra, mientras que siete expresaron su desacuerdo y una persona se mostró indecisa. La muerte asistida es legal en varios países, incluyendo Australia, Nueva Zelanda, Canadá y Suiza, y continúa siendo ilegal en el Reino Unido.
Animar o ayudar a un suicidio en Inglaterra y Gales puede conllevar una acusación criminal y hasta 14 años de prisión. Las dos razones principales para apoyar un cambio en la ley fueron detener el dolor y la creencia en que un individuo debe tener la opción de terminar su propia vida de manera legal. Por otro lado, las dos razones principales en contra del cambio en la ley fueron que podría ser utilizada por motivos incorrectos si no se implementan las salvaguardias necesarias, y que podría ser malinterpretada o mal utilizada, causando desafíos tanto para la sociedad como para el sistema legal.
Advertencias sobre las salvaguardias
La profesora Katherine Sleeman, presidenta de Cuidado Paliativo en Kings College London, advirtió que las salvaguardias en esta cuestión no son sencillas. “Los jurados del Consejo Nuffield coincidieron en que las personas vulnerables no deberían ser presionadas para elegir muertes asistidas”, declaró a Sky News. La profesora Sleeman mencionó la revisión de Darzi de esta semana y un reciente informe de King’s College London/Marie Curie llamado “Time To Care”, que subrayó el precario estado de los servicios del NHS y las deficiencias en la atención paliativa y al final de la vida, donde el acceso a servicios y apoyo para las personas moribundas es demasiado común.
“La gran pregunta es cómo garantizar esto en un contexto donde los servicios de salud y cuidado para las personas moribundas son con frecuencia inadecuados”, dijo la profesora Sleeman. Casi todos los miembros del jurado sintieron que se debería destinar más financiamiento a mejorar la atención paliativa del NHS.
Fuente y créditos: news.sky.com
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