Aumentan los temores de escalada mientras se llevan a cabo los funerales de líderes de Hamas y Hezbolá | Noticias Mundiales

Ayatollah Ali Khamenei led a prayer over the coffins of Haniyeh and his bodyguard. Pic: AP

Funerales de líderes clave de Hamas y Hezbollah

Dos grandes funerales para líderes clave de Hamas y Hezbollah se llevaron a cabo en dos capitales, mientras los líderes israelíes afirmaban estar en alta alerta por posibles ataques de represalia, simbolizando la crisis cada vez más profunda en la que se encuentra la región. Decenas de miles de dolientes se reunieron en la capital iraní, Teherán, para el funeral de Ismail Haniyeh, el líder de Hamas, quien, según los asistentes, era fundamental para las negociaciones de un alto el fuego duradero en Gaza.

Mientras tanto, en la capital libanesa, Beirut, se llevaron a cabo elaborados rituales y ceremonias para el funeral del comandante Fuad Shukr, considerado un confidente cercano y el hombre de confianza del líder de Hezbollah. En medio de esta ola de duelo, los mensajes procedentes de ambas capitales parecían sombríos, ya que pocos esperaban otra cosa que una respuesta dramática y violenta dirigida contra Israel por parte de Irán y Hezbollah.

Alianzas regionales en juego

Las indicaciones son que cualquier respuesta también puede incluir a otros socios del denominado Eje de la Resistencia, tal como insinuó el líder de Hezbollah, Hassan Nasrullah. “La Resistencia”, como constantemente se refiere a la alianza, está encabezada por Irán, pero incluye socios como el poderoso grupo libanés Hezbollah, así como grupos militantes extremistas en Iraq, Siria y los hutíes de Yemen. Todos reciben apoyo de Irán y están estrechamente vinculados en términos de ética e ideología.

En las horas siguientes a los ataques de Israel, que el primer ministro de la nación, Benjamín Netanyahu, describió como un “golpe contundente a los proxies de Irán”, los socios del eje emitieron declaraciones expresando apoyo a cualquier acción de represalia encabezada por Irán. El líder supremo de Irán, el ayatolá Jamenei, afirmó que culpaba a Israel (aunque Israel no ha reclamado la responsabilidad) por el ataque en Teherán y dijo que el ataque en suelo de su país violaba su soberanía y honor.

Impulso hacia un conflicto mayor

Los medios estadounidenses informaron que los explosivos que mataron al líder de Hamas habían sido introducidos de contrabando en su casa de huéspedes, fuertemente custodiada, en Teherán casi dos meses antes. “Una acción como esta no puede quedar sin respuesta”, dijo el líder iraní. Hubo tonos similares por parte del líder de Hezbollah, quien advirtió en su discurso fúnebre que la guerra había entrado en una “fase diferente” y se estaba expandiendo. “Ahora nos enfrentamos a una gran batalla”, dijo Nasrullah. “Ya no es solo un frente de apoyo [en referencia a los ataques de Hezbollah contra Gaza, que afirman que son en apoyo a aquellos bajo el bombardeo israelí]. Hay una batalla en Gaza, una en el sur del Líbano, una batalla abierta en Yemen y también en Iraq porque todo está sucediendo al mismo tiempo”.

El líder israelí parecía activar planes de emergencia, presidenciando una reunión de sus principales equipos de respuesta de emergencia y diciendo: “Israel está en un muy alto nivel de preparación para cualquier escenario, tanto defensivo como ofensivo. Haremos pagar un muy alto precio por cualquier acto de agresión contra nosotros desde cualquier arena.”

Reacciones en los campos de refugiados

En las calles de uno de los campos de refugiados palestinos de Líbano, encontramos grupos observando los funerales y discursos mientras se preparaban para lo que ven como inevitable: casi una guerra cierta o, al menos, una escalada dramática del statu quo actual. “Hemos enfrentado la muerte antes”, nos dijo una mujer. “Estamos listos para morir si es necesario para defendernos y defender al país”. Otro comentó: “Aceptaremos lo que Nasrullah decida”.

En esta parte de Beirut, el líder de Hezbollah se dirige a una audiencia muy leal, con las paredes cubiertas de fotos de Ismail Haniyeh. El nuevo secretario de Relaciones Exteriores británico, David Lammy, llegó a Beirut desde Qatar para, en sus palabras, calmar la atmósfera y llamar a “cabezas frías”. Se reunió con el ministro de Relaciones Exteriores libanés, el primer ministro y el presidente del parlamento. “Mi trabajo como secretario de Relaciones Exteriores en este momento crítico es hablar con todas las partes y pedir cautela y claridad”, nos dijo desde la residencia del embajador británico en la capital. “Y para ser absolutamente claros, no está en el interés de nadie ver una guerra regional en esta parte del mundo”.

Fuente y créditos: news.sky.com

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