La Nueva Reina Maori de Nueva Zelanda
Los maoríes de Nueva Zelanda tienen un nuevo soberano, la Reina Nga Wai Hono i te Po, de 27 años, quien ascendió al trono tras acompañar a su padre y al difunto rey a su lugar de descanso final. Miles de personas se congregaron en la ciudad de Ngaruawahia, en la Isla Norte, para presenciar la unción de la hija menor y única de King Tuheitia Pootatau Te Wherowhero VII.
Al ser escorted a Turangawaewae marae, un lugar de encuentro ancestral donde yacía el ataúd de su padre envuelto en capas de plumas, los vítores resonaron entre las miles de personas apiñadas alrededor de las pantallas de televisión afuera y esperando a lo largo de las orillas del río Waikato para vislumbrar el cortejo fúnebre. El funeral fue atendido no solo por tribus maoríes, sino también por líderes de todos los partidos políticos, ex primeros ministros, líderes de naciones del Pacífico, diplomáticos y representantes de la corona británica. La nueva reina no fue coronada; en su lugar, una biblia que ha sido utilizada desde 1858 fue colocada sobre su cabeza y el arzobispo Don Tamihere usó aceites sagrados para otorgarle prestigio, sacralidad, poder y esencia espiritual.
El Funeral del Rey Difunto
Después de su ascensión, la Reina Nga Wai acompañó a su padre, quien falleció el 30 de agosto a los 69 años, en una flotilla de canoas tradicionales a lo largo del río mientras era guiado por guerreros maoríes a su lugar de descanso final. El difunto rey, un antiguo conductor de camiones que se convirtió en monarca tras la muerte de su madre en 2006, ha sido enterrado junto a ella en una tumba no marcada en Taupiri Maunga, una montaña de significado espiritual para su iwi, o tribu.
El Kingitanga, o movimiento de la realeza maorí, tiene un mandato ceremonial en lugar de uno legal y se formó tras la colonización británica de Nueva Zelanda para unir tribus en resistencia a las ventas forzadas de tierras indígenas y a la pérdida del idioma y la cultura maorí.
Cómo se Elige al Monarca Maori
Kiingi Tuheitia sucedió a su madre, la Reina Dame Te Atairangikaahu, en 2006. Sin embargo, el rol de monarca maorí no es necesariamente heredado, ya que es votado por representantes de tribus, o iwi, de todo el país. Radio Nueva Zelanda informó que, al momento de la muerte del rey difunto, su sucesor sería nombrado el día de su funeral, pero antes de su entierro. El soberano maorí es considerado el jefe supremo de varias tribus, pero no está afiliado a todas. El rol del monarca no tiene autoridad judicial o legal en Nueva Zelanda y es mayormente ceremonial.
El Primer Ministro de Nueva Zelanda, Christopher Luxon, declaró que el país lloraría la pérdida del rey difunto. “Su compromiso inquebrantable con su pueblo y sus incansables esfuerzos por mantener los valores y tradiciones del Kingitanga han dejado una marca indeleble en nuestra nación”, comentó. El primer ministro dio la bienvenida a la unción de la nueva reina, la octava soberana maorí y segunda líder femenina.
Sin embargo, su unción llega en un momento en el que la coalición gobernante de Nueva Zelanda ha comenzado a deshacer políticas de gobiernos anteriores, como promover el uso oficial del idioma maorí y mejorar los estándares de vida y derechos de los pueblos indígenas. Aún está por verse si el enfoque de la nueva reina sobre estos temas tendrá un impacto en el futuro de Nueva Zelanda.
Acción de la Monarquía Maori ante el Cambio Político
Después de que un gobierno de centro-derecha asumiera el poder en Nueva Zelanda el noviembre pasado y comenzara a implementar políticas que revertían el reconocimiento del idioma, pueblo y costumbres maoríes, el difunto monarca tomó la inusual medida en enero de convocar una reunión nacional de tribus, a la que asistieron 10,000 personas. “La mejor protesta que podemos hacer ahora mismo es ser maoríes. Ser quienes somos. Vivir nuestros valores. Hablar nuestro reo”, les dijo, usando la palabra maorí para lenguaje. “Simplemente ser maoríes. Ser maoríes todo el día, todos los días. Estamos aquí. Somos fuertes.”
Fuente y créditos: news.sky.com
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