Netanyahu enfrenta protestas
Benjamin Netanyahu se presentó frente a un gigante mapa digital que borraba misteriosamente la Franja de Gaza y explicó por qué las fuerzas israelíes no abandonarían Gaza en el corto plazo. Ha evitado interactuar con los medios israelíes durante la guerra, pero se vio obligado a realizar esta conferencia de prensa bajo la presión de las enormes protestas en las calles del país.
Protestas en Tel Aviv
Si los miles de manifestantes reunidos frente al Ministerio de Defensa en Tel Aviv esperaban algún signo de compromiso, no lo obtuvieron. Netanyahu no cedió, ni figurativa ni literalmente. Declaró que Israel no podría ni querría retirarse del corredor de Filadelfia, en el sur de Gaza, y que esto “selló el destino de los rehenes”, según un ex portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel.
Por primera vez, el primer ministro de Israel intentó explicar su posición en detalle y señaló que si Israel se retiraba, la presión internacional les impediría regresar.
Dudas sobre la responsabilidad en el conflicto
Al ser cuestionado sobre por qué aceptó retirarse del corredor de Filadelfia en mayo pero cambió sus demandas desde entonces, intentó afirmar que nunca hizo tal compromiso. Los mediadores han dicho lo contrario. Fue desafiado sobre su responsabilidad por las muertes de los rehenes, pero lo desestimó como una falta puramente de Hamas, un acto de un grupo sin intención de negociar.
Si hubo un pequeño destello de compromiso, fue su concesión de que “no tenemos que estar allí con una gran fuerza, necesitamos estar allí con una fuerza suficiente”.
Dificultades para negociar un alto el fuego
¿Podría esto dar a los mediadores espacio para negociar? Una cosa estaba indiscutiblemente clara: incluso si se acordara la primera fase de un alto el fuego de seis semanas, no hay posibilidad de que se prolongue. Netanyahu ha resistido muchas tormentas en sus largos años como líder del país, pero ninguna tan grande como esta. Está convencido de que su enfoque hacia Gaza es el correcto y que puede aguantar esta presión.
Tal vez, pero su negativa a comprometerse y el destino de los rehenes en juego lo están acorralando en una esquina de la que Israel podría nunca perdonarlo.
Fuente y créditos: news.sky.com
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