Guía para trampear en Acción de Gracias
Bienvenido a La Guía del Tramposo para el Día de Acción de Gracias. Mientras hay muchos consejos para aquellos que hacen postres desde cero y panes artesanales, La Guía del Tramposo se centra en la persona que podría usar una mano amiga, incluso de fuentes poco convencionales. Algunos podrían llamarlo “hacer trampa” (como si eso fuera algo malo), pero no hay nada de malo en usar la tecnología moderna y los conocimientos del supermercado para ayudarte a preparar un festín tradicional, con mucho menos trabajo tradicional.
El impacto de la freidora de aire
La freidora de aire es el único aparato que ha tenido el mayor impacto en mi cocina de Acción de Gracias. Este horno de convección de mostrador aumenta la velocidad de cocción y alivia un poco la presión de mi horno cuando está lleno de aves, pasteles y cazuelas. Aunque podrías estar familiarizado con su capacidad de dorar para papas fritas y rolls de pizza, la freidora de aire puede hacer mucho más. Es, de hecho, lo mejor que puedes utilizar para los acompañamientos de vegetales asados, y debo insistir en que lo hagas.
Mis guarniciones de verduras favoritas para Acción de Gracias
A continuación, mis guarniciones de verduras favoritas que se cocinan a la perfección en la freidora de aire.
Champiñones rellenos
Me encantaría comer un plato de estos champiñones rellenos de salchicha y queso como comida. (No es difícil hacerlo). Son buenos en cualquier época del año, pero los hongos realmente evocan la comodidad de la temporada de cosecha. Compra los champiñones cremini enteros o los champiñones de botón blancos que se vean bastante grandes. Aquí tienes mi receta para champiñones rellenos en la freidora de aire. Son excelentes como aperitivo, pero una advertencia para Acción de Gracias: es difícil comer solo uno. Y, desafortunadamente, corres el riesgo de arruinar el apetito antes de la gran comida. En su lugar, agrégales a la lista de guarniciones. Asegúrate de hacer un lote doble o esconder algunos para ti. Me lo agradecerás más tarde.
Coles de Bruselas
Una de mis verduras crucíferas favoritas son las coles de Bruselas. Son fibrosas, robustas, y una buena pausa de todas las suaves cazuelas y acompañamientos puré. Para hacer un hermoso despliegue de coles de Bruselas asadas con delicadas hojas exteriores carbonizadas y centros tiernos, comienza por limpiar tus coles. Eso podría significar recortar el tallo leñoso seco, quitar las hojas exteriores dañadas, o si tus coles son especialmente grandes, cortarlas a la mitad a lo largo, intentando dividir el tallo para que todas las hojas se mantengan unidas. Coloca las coles preparadas en un tazón con un poco de sal y suficiente aceite de cocina para cubrir ligeramente cada pieza. Suelo verter una cucharada de aceite en una palma, frotar mis manos y luego cubrirlas, moviendo las coles hasta sentir que todas están cubiertas. La sal también debe cubrir uniformemente las coles después de todo el movimiento. Pon las coles en la freidora de aire en una capa uniforme para que se cocinen de manera uniforme (hazlo en dos lotes si es necesario) y ajusta en el modo “freír al aire” durante 10 a 15 minutos a 400°F. Las coles estarán listas cuando algunas de las hojas exteriores estén crujientes y ennegrecidas y los centros sean fáciles de perforar con un cuchillo. Mezcla con un chorrito de limón, ajo asado, un chorrito de aceite de oliva y sal marina.
Batatas
La freidora de aire hace un trabajo relativamente rápido con estas robustas joyas, y dependiendo del tamaño de tus batatas y la freidora de aire, probablemente puedas cocinar unas seis a la vez. Tanto las batatas enteras como las peladas y en cubos se cocinan rápidamente. Para las batatas enteras, pica la piel con un tenedor varias veces y colócales en la freidora en una sola capa; está bien si están cerca una de la otra; se encogerán a medida que se cocinen. Ajusta la freidora a 375°F y cocina las batatas durante 20 a 35 minutos, dependiendo de su tamaño. Estarán listas cuando puedas atravesar la batata hasta el centro con un cuchillo pequeño. Para los cubos de batata, pelalas primero y córtalas en cubos de una pulgada. Colócalas en un tazón con suficiente aceite de cocina para cubrirlas bien y espolvorea sal por encima. Coloca los cubos en la freidora en una sola capa y cocínalos a 375°F durante unos 10 minutos. Las batatas están listas cuando están tiernas al pincharlas con un tenedor.
Judías verdes
Las judías verdes pueden parecer endebles, pero soportan bien los vientos cálidos de tu freidora de aire. Dicho esto, también son fáciles de sobrecocinar si te alejas de la cocina, así que revísalas temprano y mira si necesitas agregar un minuto o más. Para mantener las judías tiernas, me gusta usar una técnica de freír al aire caliente y rápida. Recorta las judías verdes según sea necesario, y ponlas en un tazón con una pizca de sal y suficiente aceite para cubrirlas delgadas. Mézclalas con las manos para cubrir bien cada judía. Coloca las judías en una sola capa en la freidora de aire. Cocínalas a 400°F durante unos cinco minutos y revisa su progreso hasta que estén listas a tu gusto.
Castañas
Las castañas, grandes para mezclar en el relleno, como un hermoso aperitivo, o una buena manera de terminar la comida, son simples y fáciles de hacer en la freidora de aire. Puedes leer todos los detalles aquí, pero aquí tienes el TL;DR. Haz un corte largo en las castañas que atraviese toda la longitud o el ancho. No es nada dramático, pero asegúrate de cortar lo suficientemente profundo como para atravesar la cáscara exterior y la piel interna. Coloca las castañas en la freidora, con el lado cortado hacia arriba. Fríelas al aire a 400°F durante unos 10 a 15 minutos. Están listas cuando las cáscaras se han despegado y puedes ver un ligero marrón en la carne expuesta. Cuando se hayan enfriado, exprímelas en el lado opuesto a la parte agrietada y la cáscara debería despegarse fácilmente.
Calabaza
Las calabazas de clima frío son uno de mis mayores amores vegetales. Su pulpa densa y dulce, de colores brillantes, está en su mejor momento después de asarse, y solo necesita un toque de mantequilla dorada con sal y salvia para llevarla a otro nivel. Parte la calabaza (delicata, butternut y kabocha funcionan bien) y quítale las semillas. La piel de la calabaza es perfectamente comestible, pero algunas pueden ser gruesas y menos agradables, así que usa tu criterio si quieres pelarla o dejarla. Corta la calabaza en rodajas, tiras o trozos de aproximadamente el mismo tamaño y grosor. Colócalos en un tazón con un poco de sal y suficiente aceite de cocina para cubrir bien las piezas. Mezcla todo junto con las manos y coloca los trozos de calabaza en la freidora en una sola capa. Fríe al aire a 400°F durante ocho a 20 minutos, dependiendo de la calabaza y el tamaño de los trozos. Estarán listas cuando hayan tomado algo de color y sean tiernas al pincharlas con un tenedor.
Fuente y créditos: lifehacker.com
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