¿Por qué crear una extensión del navegador?
La mayoría de nosotros pasamos mucho tiempo dentro de un navegador web. Si eres usuario de Chrome, Firefox o Edge, sabrás que estos navegadores vienen con un gran número de extensiones de terceros para aumentar las funcionalidades ya integradas en el software. Pero, ¿qué pasa si necesitas alguna funcionalidad específica adicional, alguna herramienta o característica que no esté cubierta por los complementos existentes? Entonces puede ser el momento de considerar escribir tu propia extensión de navegador. Puede sonar desalentador, pero no es tan difícil de hacer una vez que aprendes cómo hacerlo.
Creación de tu propia extensión
Una vez que hayas creado una extensión personalizada, puedes mantenerla para tu propio uso privado o hacerlo público, para que cualquier persona la pueda usar. Se requiere cierto conocimiento de codificación, así que necesitarás aprender lo básico de cómo se escriben las páginas web y los scripts si no lo sabes ya. Si eres principiante, puedes comenzar con proyectos pequeños e ir avanzando. También hay muchos recursos útiles en la web que pueden ayudarte, desde bibliotecas de código hasta cursos en línea.
Componentes de una extensión del navegador
Vas a necesitar una idea para una extensión que puedas escribir. Hay ciertos componentes que conforman una extensión de navegador. Primero está el manifiesto, que se guarda en el archivo llamado manifest.json
y contiene varios metadatos que identifican la extensión y lo que hace. Debes poner el nombre de la extensión en el manifiesto, describir lo que hace y especificar una acción predeterminada que la extensión realice.
Consulta la documentación del formato del archivo de manifiesto proporcionada por Google para Chrome. Allí puedes ver algunos ejemplos, incluido un manifiesto mínimo que solo contiene lo básico. El manifiesto apunta a todos los demás archivos requeridos para la extensión, que deben mantenerse en la misma carpeta mientras lo desarrollas.
Archivos necesarios para la extensión
Algunos de los archivos a los que el manifiesto apunta son los archivos de icono, que representan visualmente tu extensión en el navegador. Los usuarios buscarán tu icono para ver que tu extensión está en funcionamiento, y harán clic en el icono para acceder a la configuración de la extensión o desactivarla. Deberías crear un icono de al menos 128 x 128 píxeles, y se recomiendan iconos en otros tamaños (como los listados aquí), para que la extensión se vea igual en todas partes donde aparezca en el navegador, desde la pantalla de configuración hasta la barra de pestañas. Si no proporcionas un icono, se usará uno genérico que muestra la primera letra del nombre de la extensión.
A continuación, tienes tus scripts, que realizan el trabajo real de la extensión y pueden venir en varias formas: HTML (Lenguaje de Marcado de Hipertexto) para el diseño web básico, CSS (Hojas de Estilo en Cascada) para estilos más avanzados y manipulación de objetos en la web, y JavaScript para realizar la mayor parte de las tareas de programación (suponiendo que tu extensión haga algo más que simplemente cargar una página en la pantalla).
Fuente y créditos: www.wired.com
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