La carga fiscal en EE.UU.
Aproximadamente dos tercios de los estadounidenses creen que pagan demasiado en impuestos, y solo alrededor del 25% considera que recibe un buen valor a cambio de su dinero. Con la complejidad del código tributario y la abundancia de consejos (a menudo absurdos) que circulan, es fácil ver por qué las personas se esfuerzan tanto en evitar pagar impuestos.
La importancia de la carga tributaria estatal
Reducir el monto de los impuestos que debe pagar cada año puede ser beneficioso. Si tiene la flexibilidad y una fuente de ingresos portátil, mudarse a un área con ventajas fiscales puede ser una forma efectiva de lograrlo, aunque no es tan sencillo como buscar estados sin impuesto sobre la renta y consultar Zillow. Debe considerar la carga fiscal total y ser creativo.
Un buen punto de partida es lo que se conoce como la carga fiscal de un estado, que es el impacto que los impuestos tienen en su bolsillo y su capacidad para pagar otras cuentas. El sitio web de la Fundación Fiscal tiene una colección de mapas de datos que facilitan la consulta sobre la situación fiscal específica en un estado o localidad. Esta información puede ayudar a determinar qué estados tienen realmente la carga fiscal más baja considerando todos los impuestos que podría tener que pagar mientras vive allí.
Estados con la mejor carga tributaria
Por ejemplo, podría suponer que cualquier estado con cero impuesto sobre la renta (hay nueve: Alaska, New Hampshire, Wyoming, Florida, Tennessee, Dakota del Sur, Nevada, Texas y Washington) sería una gran opción en términos de carga fiscal general. Sin embargo, cuando Money Geek analizó los impuestos estatales, le dio a New Hampshire una calificación de C y lo clasificó en el puesto 32 de 50 en términos de impuestos. Esto se debe a que New Hampshire también tiene algunos de los impuestos a la propiedad más altos del país, lo que disminuye parte del beneficio de no tener impuesto sobre la renta.
Según el informe de MoneyGeek, los 10 mejores estados en términos de carga tributaria son Alaska, Arizona, Florida, Montana, Nevada, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Tennessee, Washington y Wyoming, siendo que cada uno de estos estados obtiene una calificación de A, excepto Montana, que recibió una B. Si cree que sería feliz viviendo en esos estados, obtendrá el máximo beneficio por su dinero sin impuestos.
Consideraciones sobre la ubicación
Mudarse a un estado con baja carga tributaria es un gran comienzo, pero puede lograr reducir su carga fiscal personal un poco más si elige cuidadosamente la ubicación precisa de su hogar. La clave es buscar estados sin impuesto sobre la renta (y con una buena calificación de carga fiscal en general) que colinden con estados sin impuesto sobre ventas. Si vive en un lugar donde es conveniente ir y venir entre los dos estados, puede residir en el estado sin impuesto sobre la renta y hacer sus compras en el estado sin impuesto sobre ventas.
Actualmente, hay tres áreas donde esta estrategia funcionará: si vive en el estado de Washington y hace sus compras en Oregón, obtiene lo mejor de ambos mundos. Y si vive en Wyoming o Dakota del Sur y puede ir a Montana a comprar, nuevamente evita ambos impuestos—aunque es importante señalar que, si bien no hay un impuesto estatal sobre las ventas en Montana, algunos impuestos a las ventas pueden implementarse a nivel local, por lo que deberá investigar un poco para asegurarse de elegir el lugar adecuado.
Finalmente, Arizona, Nevada y Tennessee son estados con una calificación de A en carga tributaria, sin impuesto sobre la renta, y también con algunas de las tasas más bajas de impuestos a la propiedad en el país (todas por debajo del 0.50% en términos de tasa efectiva de impuesto a la propiedad). Si vivir cerca de la frontera no es de su agrado, elegir vivir en uno de estos estados le proporciona la mejor situación general.
Fuente y créditos: lifehacker.com
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