La decisión del Tribunal de Justicia de la UE
La Corte de Justicia de la Unión Europea ha ordenado a Apple pagar 13 mil millones de dólares (11 mil millones de libras) en impuestos atrasados a Irlanda, tras la conclusión de una larga batalla legal que el país no inició. La Comisión Europea presentó la acción en 2016, causando la ira tanto de Apple como del gobierno irlandés, bajo el argumento de que el estado miembro de la UE había otorgado a Apple ayudas ilegales mediante acuerdos fiscales favorables durante 11 años.
Impacto en la tasa impositiva de Apple
El brazo ejecutivo de la UE indicó que la tasa efectiva de impuesto corporativo de la compañía sobre sus ganancias en Europa cayó del 1% en 2003 a un mínimo de 0.005% en 2014. Durante este tiempo, Irlanda tenía una tasa de impuesto corporativo del 12.5%, una de las más bajas del mundo occidental, lo que le permitió atraer a importantes nombres tecnológicos de EE. UU. y generar empleo.
Reacciones de Apple y el gobierno irlandés
Apple luchó contra los esfuerzos de la comisión para forzar un pago retroactivo a través de una serie de desafíos legales, pero el tribunal más alto de la UE declaró que su fallo del martes era definitivo. “Estamos decepcionados con la decisión de hoy, ya que anteriormente el Tribunal General revisó los hechos y anuló categóricamente este caso,” dijo Apple en un comunicado.
La compañía también insistió en que “nunca ha habido un trato especial.” El gobierno irlandés indicó que comenzaría a retirar dinero de una cuenta de depósito que se le había indicado a Apple establecer para permitir el pago de la factura.
El juicio y cambios fiscales en Irlanda
“La CJEU [Corte de Justicia de la Unión Europea] ha encontrado que el impuesto pagado era insuficiente y que se requería recuperar una cantidad mayor de impuestos,” indicó el gobierno irlandés en su propio comunicado. La posición irlandesa siempre ha sido que Irlanda no otorga tratamiento fiscal preferencial a ninguna empresa o contribuyente. La respuesta describió el fallo como de “significado histórico” porque, desde la orden de la comisión en 2016, el país ha cambiado las reglas sobre la residencia corporativa, la atribución de ganancias a sucursales de empresas no residentes que operan en el estado y ha adaptado sus reglas fiscales en línea con acuerdos internacionales.
En 2021, se acordó una tasa impositiva corporativa mínima del 15% para grandes empresas por más de 130 naciones, incluyendo Irlanda, con el fin de reducir la competencia fiscal global y desalentar la evasión o eludir impuestos transfronterizos.
Fuente y créditos: news.sky.com
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