Varios altos funcionarios del FBI han sido instruidos a dejar la agencia o enfrentar el despido la próxima semana, según múltiples informes de noticias del jueves, mientras la administración del presidente Donald Trump ejecuta sus planes de reforma del gobierno federal. La orden afecta a al menos seis líderes del FBI, según CNN, que fue la primera en informar la noticia. Se dice que los funcionarios incluyen personas que trabajaron como directores asistentes ejecutivos o agentes especiales, y supuestamente involucran a aquellos involucrados en investigaciones cibernéticas, de seguridad nacional y criminales.
La directiva, que insta a los funcionarios a renunciar o retirarse para evitar el despido, parece tener como objetivo a aquellos promovidos por el exdirector del FBI Christopher Wray, quien el mes pasado anunció su intención de dimitir poco antes de que Trump asumiera el cargo. A pesar de que Wray fue nominado por Trump para el cargo en 2017, el presidente había compartido sus planes de reemplazarlo con su aliado Kash Patel.
Uno de los altos funcionarios que recibió el ultimátum envió un correo electrónico a sus colegas diciendo que “no le dieron ninguna justificación para esta decisión” y se enteró de que sería eliminado de las listas del FBI este próximo lunes, según The New York Times. El FBI no ha comentado sobre los informes.
La noticia surge mientras Patel, la controvertida elección de Trump para director del FBI, aún no ha sido oficialmente confirmado en el cargo. Brian Driscoll está sirviendo actualmente como director interino del FBI. Patel testificó ante el Comité Judicial del Senado el jueves. No está claro si tuvo aviso previo de los ultimátums entregados a los altos funcionarios.
Durante la audiencia, Patel le dijo al senador Richard Blumenthal (D-Conn.), “Todos los empleados del FBI estarán protegidos contra represalias políticas”. Patel, quien se espera sea confirmado en el cargo, también le dijo al senador Cory Booker (D-N.J.) que “no tiene conocimiento” de planes para despedir o castigar a agentes o personal que trabajaron en las investigaciones sobre Trump relacionadas con la interferencia en las elecciones de 2020 y su supuesto mal manejo de documentos clasificados. El consejero especial Jack Smith buscó desestimar ambos casos antes de renunciar a su cargo antes del segundo mandato de Trump.
Desde la inauguración de Trump, su administración ha tomado medidas rápidas contra aquellos percibidos como enemigos políticos. A principios de esta semana, el fiscal general interino del Departamento de Justicia despidió a más de una docena de funcionarios que trabajaron en los dos casos criminales contra el presidente.
Fuente y créditos: www.huffpost.com
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