Propuesta de impuesto a la minería de criptomonedas
Una propuesta tentadora para gravar la minería de criptomonedas con el fin de recaudar fondos para acciones climáticas surgió durante una conferencia climática de las Naciones Unidas que está a punto de concluir hoy. Un impuesto sobre la minería cripto, de $0.045 por kilovatio-hora (kWh) de electricidad utilizada, podría generar $5.2 mil millones de ingresos anuales, según un informe publicado la semana pasada por el Grupo de Trabajo sobre Gravámenes de Solidaridad Global, liderado por Kenia, Barbados y Francia.
Impacto y objetivos del impuesto
Se estima que la red de Bitcoin utiliza más electricidad anualmente que la mayoría de los países del mundo por separado. La idea es que un impuesto climático podría reducir las emisiones al incentivar a las empresas mineras a limpiar sus operaciones. Y podría proporcionar financiamiento urgentemente necesario para ayudar a las naciones menos privilegiadas a hacer la transición a energía renovable y adaptarse a los efectos del cambio climático. El informe señala: “Existen sectores de la economía que están en gran parte poco gravados pero que contaminan el planeta. Sin embargo, tienen un gran potencial para cerrar la brecha de financiamiento climático.”
Ampliación del enfoque del Grupo de Trabajo
El grupo de trabajo se formó el año pasado para considerar posibles gravámenes sobre industrias altamente contaminantes como una forma de financiar acciones contra el cambio climático. Inicialmente se esperaba que se centrara en compañías de combustibles fósiles, aviación y transporte marítimo, así como en un gravamen sobre transacciones financieras. Un informe de progreso que el grupo lanzó la semana pasada amplía ese enfoque para incluir posibles impuestos sobre multimillonarios, producción de plásticos y minería de criptomonedas.
Detalles técnicos y comparación de consumo energético
El informe cita una investigación del Fondo Monetario Internacional (FMI) que establece $0.045 por kWh como la cantidad necesaria para un impuesto correctivo que compense el impacto que tiene la minería de criptomonedas en el clima. Teniendo en cuenta otras formas de contaminación del aire por la quema de combustibles fósiles, ese impuesto se eleva a $0.085 por kWh. Shafik Hebous, autor principal de la investigación y jefe adjunto de la división de asuntos fiscales del FMI, afirma: “La idea fundamental de la corrección es aumentar el costo de la contaminación para que [los emisores] internalicen el costo que imponen a los demás.”
Implicaciones futuras y reacciones
La autenticación de una sola transacción de Bitcoin requiere tanta electricidad como la que podría usar una persona en Ghana durante tres años o una persona en Alemania en tres meses. Los mineros de Bitcoin operan grandes centros de datos llenos de hardware especializado que resuelve acertijos de forma continua para validar transacciones. En el proceso consumen una gran cantidad de electricidad y ganan Bitcoin a cambio. Se espera que la imposición de un impuesto sobre ese consumo energético incentive a los mineros de criptomonedas a usar hardware más eficiente o incluso persuade a la red Bitcoin a adoptar un método menos intensivo en energía para validar transacciones, similar a lo que hizo Ethereum.
Kazajistán, un importante centro de minería de Bitcoin, implementó un impuesto sobre el uso de electricidad de los mineros de criptomonedas en 2022, recaudando alrededor de $7 millones ese año. En Estados Unidos, donde se lleva a cabo más minería de Bitcoin que en cualquier otro país, la administración Biden ha propuesto un impuesto del 30 por ciento sobre el consumo de electricidad de los mineros de criptomonedas. El informe se lanzó en el marco de negociaciones climáticas en la cumbre de la ONU en Bakú, Azerbaiyán, este mes, donde los delegados de cerca de 200 países debatieron sobre cuánta ayuda financiera deberían contribuir los países ricos a las naciones más vulnerables al calentamiento global.
Laurence Tubiana, co-líder del Grupo de Trabajo sobre Gravámenes de Solidaridad Global, dijo en una nota de prensa: “No puede haber justicia climática sin justicia fiscal, ya que todos los países enfrentan el mismo desafío: cómo financiar la transición asegurando que aquellos con mayores recursos y las emisiones más altas paguen su parte justa.”
Fuente y créditos: www.theverge.com
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