Protestas en Lima contra la delincuencia
Las calles de Lima lucían casi sin autobuses del transporte público el miércoles luego de que gremios de choferes y decenas de mercados de alimentos paralizaron sus actividades por tercera vez en un mes para protestar contra el gobierno por el aumento de la delincuencia, en especial de las extorsiones. La paralización provocó que las autoridades suspendieran las clases presenciales para casi dos millones de escolares, mientras más de 13.000 policías salieron a las calles junto a soldados. En varios paraderos, los militares instalaron vehículos blindados que suelen sacar de los cuarteles los días de protestas.
Mercados y comerciantes en huelga
Más de dos decenas de mercados de alimentos en el norte de la capital no atendían clientes y los comerciantes, vestidos con sus mandiles, golpeaban ollas. Fuera de algunos establecimientos, carteles expresaban: “No a las extorsiones, basta de sangre derramada”. Katherine Gómez, representante de los mercados, declaró que “el gobierno nos está impulsando a salir a las calles; parece que la presidenta Dina Boluarte cree que no pasa nada cuando nos están matando”. En una zona alejada del centro, la policía retiró banderas del Perú y reprimió a manifestantes que insultaron a los agentes.
Aumento de la delincuencia y respuestas del gobierno
Se han registrado protestas en otras regiones del país, incluidas Piura, Junín y Arequipa. Entre 2021 y 2023, las extorsiones se han quintuplicado en Perú, según datos oficiales. En septiembre, tres choferes fueron asesinados en incidentes relacionados con extorsiones y un autobús recibió más de 20 disparos en la capital. Hace cuatro semanas, durante la primera paralización masiva de autobuses en Lima, el gobierno decretó una emergencia por 60 días para combatir la delincuencia en 14 de los 50 distritos de los suburbios.
Consecuencias de la violencia y declaraciones políticas
La presidenta Boluarte señaló que los migrantes venezolanos son responsables del aumento de la delincuencia y anunció que se controlarán las remesas enviadas a Venezuela, exigiendo contratos de trabajo y alquiler de vivienda. Aseguró que la paralización está siendo aprovechada por un grupo de personas con “una agenda política”, recordando protestas que exigían su renuncia y que resultaron en decenas de muertos. Recientemente, gremios empresariales advirtieron que el Estado está “perdiendo la batalla” contra el crimen organizado, lo que ha llevado al gobierno a convocar a militares para reforzar la seguridad en Lima.
Las extorsiones no son un fenómeno nuevo en Perú; comenzaron a reportarse hace más de dos décadas en La Libertad y han llegado a las zonas periféricas de Lima en los últimos años. En marzo, se informó que más de 13.000 pequeñas tiendas de alimentos habían sido extorsionadas en 2023, y que más de 2.600 habían cerrado debido a estas circunstancias.
Fuente y créditos: www.vozdeamerica.com
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