Dilemas Energéticos de Taiwán
No se trata solamente de construir más capacidad. El dilema energético de Taiwán es una combinación de seguridad nacional, clima y desafíos políticos. La isla depende del combustible fósil importado para aproximadamente el 90 por ciento de su energía y vive bajo la creciente amenaza de un bloqueo, cuarentena o invasión por parte de China. Además, por razones políticas, el gobierno se ha comprometido a cerrar su sector nuclear para 2025.
Participación en Acuerdos Climáticos
Taiwán asiste regularmente a reuniones climáticas de la ONU, aunque nunca como participante. Excluido por insistencia de China de la membresía en las Naciones Unidas, Taiwán afirma su presencia en los márgenes, convocando eventos paralelos y adoptando los objetivos del Acuerdo de París de alcanzar el pico de emisiones antes de 2030 y lograr la neutralidad de carbono para 2050. Sus principales empresas, incluida TSMC, se han suscrito a RE100, una iniciativa corporativa de energía renovable, y se han comprometido a alcanzar una producción de cero emisiones netas. Pero en este momento, hay una gran brecha entre la aspiración y el rendimiento.
El Sistema Energético Fragil
Angelica Oung, periodista y fundadora de la Clean Energy Transition Alliance, una organización sin fines de lucro que aboga por una rápida transición energética, ha estudiado el sector energético de Taiwán durante años. Cuando nos encontramos en un restaurante en Taipéi, pidió alegremente un número increíblemente grande de platos que abarrotaron la pequeña mesa mientras hablábamos. Oung describió dos apagones importantes: uno en 2021 que afectó a TSMC y a 6,2 millones de hogares durante cinco horas, y otro en 2022 que afectó a 5,5 millones de hogares. Es un signo, dice, de un sistema energético que opera peligrosamente cerca del límite.
Desafíos en la Provisión de Energía
Nicholas Chen argumenta que el gobierno no está logrando satisfacer ni siquiera la demanda existente. “En los últimos ocho años ha habido cuatro apagones importantes”, dijo, y “los cortes de energía son comunes”. El margen operativo en la red—el buffer entre la oferta y la demanda—debería ser del 25 por ciento en un sistema seguro. En Taiwán, Oung explicó, ha habido varias ocasiones este año en las que el margen ha bajado al 5 por ciento. “Esto demuestra que el sistema es frágil”, dijo.
Dependencia de Combustibles Fósiles
La mezcla energética actual de Taiwán ilustra la magnitud del desafío: el año pasado, el sector eléctrico de Taiwán fue un 83 por ciento dependiente de combustibles fósiles: el carbón representó alrededor del 42 por ciento de la generación, el gas natural un 40 por ciento y el petróleo un 1 por ciento. La energía nuclear aportó el 6 por ciento, y la solar, eólica, hidroeléctrica y biomasa juntas casi el 10 por ciento, según el Ministerio de Asuntos Económicos.
Retos Futuras y Estrategias del Gobierno
Los combustibles fósiles de Taiwán son importados por mar, lo que deja a la isla a merced tanto de las fluctuaciones de precios internacionales como de un posible bloqueo por parte de China. El gobierno ha tratado de proteger a los consumidores de los precios globales en aumento, pero eso ha resultado en una creciente deuda para la Compañía Nacional de Electricidad de Taiwán (Taipower). En caso de un bloqueo naval por parte de China, Taiwán podría contar con aproximadamente seis semanas de reservas de carbón pero no mucho más de una semana de gas natural licuado (LNG). Dado que el LNG proporciona más de un tercio de la generación eléctrica, el impacto sería severo.
El gobierno ha anunciado ambiciosos objetivos energéticos. La hoja de ruta de cero emisiones netas para 2050, publicada por el Consejo Nacional de Desarrollo de Taiwán en 2022, prometió cerrar su sector nuclear para 2025. Para ese mismo año, la proporción de carbón tendría que reducirse al 30 por ciento, el gas tendría que aumentar al 50 por ciento, y las energías renovables tendrían que saltar al 20 por ciento. Ninguno de esos objetivos está en camino.
Fuente y créditos: www.wired.com
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