Tendencias de belleza comestible en 2023
En 2023, pasamos de estéticas inspiradas en alimentos a realmente querer parecer comida, con tendencias como el cabello con aroma a galleta de canela, uñas de leche de arándano y piel de dona glaseada. Hoy en día, todo vale: tinte para el cabello Velveeta, lubricante con sabor a pepinillo y el parfum de mayonesa de Hellman’s—la regla parece ser que cuanto más extravagante, mejor.
La nostalgia de los millennials y la ironía de la Generación Z
Para los millennials y zillennials, estos productos son un viaje sensorial por los recuerdos, revitalizando los artículos con aroma a dulces de los centros comerciales de nuestra juventud. Para la Generación Z, es un choque entre lo elevado y lo bajo—una marca de belleza limpia como Native se relaciona con una institución de comida rápida como Dunkin’.
El papel de TikTok en el marketing de belleza comestible
TikTok, con su obsesión algorítmica por lo absurdo, prospera con estos lanzamientos de belleza comestible. La estrategia de marketing toma prestado liberalmente del libro de jugadas de escasez de la moda urbana, implementando lanzamientos de edición limitada diseñados para crear urgencia y exclusividad. Sin embargo, desafortunadamente, estos productos no están hechos para durar. Son puntos de interés para los compradores propensos al FOMO y los sentimentalistas que buscan romantizar sus rutinas. Para la Generación Z, cuanto más extraño es el concepto, más rápido parece circular.
El futuro de la belleza comestible
El licenciamiento de alimentos y bebidas (F&B) es una avenida lucrativa para estas asociaciones. Según el Estudio Global de la Industria del Licenciamiento 2023 de Licensing International, F&B creció un 5.3 por ciento, y la industria cosmética está sumando sus dedos bien cuidados al pastel. Todos se benefician de estas relaciones simbióticas, ya que las franquicias de alimentos utilizan la compartibilidad de #BeautyTok para esparcir su marca en nuevos mercados.
El resultado es un cóctel azucarado de nostalgia millennial e ironía de la Generación Z que genera publicidad gratuita a través de memes, reacciones en TikTok y discurso en redes sociales.
¿Entonces, qué sigue? ¿Colonia con aroma a Crunchwrap? ¿Pasta de dientes con sabor a Hot Cheetos? ¿Quizás un sérum de colágeno de McRib? A medida que las marcas empujan los límites de lo absurdo, la pregunta no es si irán demasiado lejos, sino cuándo alcanzaremos nuestro punto de quiebre. La novedad tiene una vida útil.
Sin innovación significativa, el chiste corre el riesgo de volverse cansado, al igual que algunas de estas franquicias. Mientras tanto, hay una lección cautelar: la línea del chiste aquí es el consumidor, no el producto. No queremos despertar mañana oliendo a Cheetos y pepinillos y darnos cuenta de que la broma está sobre nosotros.
Fuente y créditos: www.wired.com
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