Soluciones rápidas para flexiones de brazos
Las flexiones de brazos son un gran ejercicio, y casi todos pueden encontrar un punto de partida para entrenarlas. Sin embargo, si tienes problemas por molestias en las muñecas, aquí hay algunas cosas que puedes probar. Te sugeriré soluciones rápidas para la posición, ejercicios que pueden hacer que tus muñecas se sientan más cómodas y estiramientos que pueden ayudarte a tener una mejor experiencia con esta posición de muñeca en el futuro.
Usar manijas para flexiones o hacerlas sobre los nudillos
Para una solución rápida, usa manijas para flexiones o hazlas sobre tus nudillos. En una flexión estándar en el suelo, nuestras manos están a un ángulo de 90 grados respecto a nuestros antebrazos. Esta es una posición con la que la mayoría de nosotros eventualmente nos sentiremos cómodos, pero está bien si quieres una manera diferente de hacer flexiones. Las manijas para flexiones permiten que tu muñeca esté en una posición más neutral. Las pesas o kettlebells pueden sustituir las manijas para flexiones en un aprieto. (Si usas kettlebells, elige unas pesadas que no se vuelquen). Otra opción es hacer un puño y hacer flexiones de brazo de esa manera, para que tus nudillos y no tus palmas estén en el suelo. Puede que necesites algo de acolchado, como una toalla doblada o una esterilla de yoga.
Calentamiento con CARs de muñeca
Otro arreglo rápido, pero esta vez usando tu propio cuerpo, es el CAR de muñeca. Un CAR es una rotación articular controlada, lo que significa que mueves lentamente una articulación a través de su rango completo de movimiento. Existen CARs de hombro, CARs de cadera y, por supuesto, CARs de muñeca. Para hacer un CAR de muñeca, sujeta firmemente tu muñeca (digamos que la izquierda) con la otra mano (derecha). Endereza tu mano con los dedos apuntando en la misma dirección, y mueve tu mano en círculos en la muñeca. Después de unas rotaciones, hazlo en la dirección opuesta.
Este video debería darte la idea. Me gusta hacer mis CARs de muñeca con mi antebrazo vertical, los dedos apuntando hacia el techo, pero este tipo con el antebrazo horizontal también está bien. Después de hacer los CARs de muñeca, puede que descubras que tus problemas con las flexiones han desaparecido. Si es así, ¡genial! Has descubierto una herramienta poderosa para añadir a tu calentamiento en los días de flexiones.
Ajusta tu posición con toallas
Si aún tienes molestias y crees que es porque tus muñecas no pueden estirarse a 90 grados, toma un par de pequeñas toallas de gimnasio (o cualquier cosa similar) y pon tus palmas sobre ellas. Esto funciona de la misma manera que elevar los talones para las sentadillas. Al cambiar el ángulo de tus manos, ya no necesitarás doblar tanto tus muñecas, y así puedes mantener el talón de tus palmas en el suelo (o sobre la toalla) sin estirarte.
Ancla tus manos en el suelo
Otro consejo de posicionamiento que puede ayudar es asegurarte de que tus manos estén directamente debajo de tus antebrazos y que estés esparciendo tus dedos para distribuir el peso de tu parte superior del cuerpo. No querrás inclinarte hacia los talones de tu mano, sino usar tus dedos, pulgares y toda tu palma para agarrar el suelo y soportar tu cuerpo. Si no sientes que esto sucede, piensa en sostener tapas de frascos en tus palmas y enroscarlas hacia afuera (los meñiques alejados de tu cuerpo). Esto puede ayudar a obtener tensión de apoyo en tus manos, lo que a menudo alivia el dolor en las muñecas.
Realiza estiramientos suaves para las muñecas
Antes o después de tu entrenamiento, realiza algunos estiramientos suaves para acostumbrar tus muñecas a operar en esa posición más estirada. (Aquí hay un video de seguimiento que incluye varios estiramientos excelentes). Este tipo de estiramiento no debería doler. Solo aplica presión hasta que sientas una suave sensación de estiramiento. Eso es suficiente para hacer el trabajo. Si quieres ser realmente minucioso, cuatro minutos de estiramiento en un calentamiento dado, o diez minutos en total por semana, deberían ser suficientes para ver resultados.
Fuente y créditos: lifehacker.com
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