Hoy

    Privilegio de Nacimiento: El Pasaporte Blanco de Musk Supera el Certificado de Nacimiento de Obama | Opinión

    Tesla and SpaceX CEO Elon Musk

    Un Contraste Desgarrador en la Política Americana

    En la América de Donald Trump, un hombre negro nacido en Hawái, elegido por millones, es un sospechoso eterno. Sin embargo, un multimillonario blanco nacido en Sudáfrica, por quien nadie votó, se le entrega las llaves de la Casa Blanca. Esta inversión perversa desenmascara el cálculo racial de MAGA, donde la “americanidad” se mide en tonos de blanco, no en votos emitidos.

    Las Teorías de Conspiración y el Legado de Obama

    Durante la presidencia de Barack Obama, Trump fue una de las voces más ruidosas alimentando la teoría de conspiración “birther”, afirmando falsamente que Obama no nació en Estados Unidos. En 2012, Trump tuiteó: “Una ‘fuente extremadamente creíble’ ha llamado a mi oficina y me ha dicho que el certificado de nacimiento de Barack Obama es un fraude”. Esta acusación infundada persistió a pesar de la evidencia clara, obligando a Obama a tomar el paso sin precedentes de publicar su certificado de nacimiento completo.

    Ironías del Poder en la Administración Trump

    Ahora, en un giro irónico que sería cómico si no fuera tan alarmante, Trump ha empoderado a Elon Musk—un hombre realmente nacido en África—con un control significativo sobre las operaciones gubernamentales. Como apuntó Mohamad Safa, un diplomático y representante en el Consejo Económico y Social de la ONU, “Trump insistió en que Obama nació en África y ahora tiene a un tipo que nació literalmente en África dirigiéndolo todo”.

    El CEO de Tesla y SpaceX, Elon Musk, acompañado por el presidente de EE.UU., Donald Trump, y su hijo X Musk, habla durante la firma de una orden ejecutiva en la Oficina Oval de la Casa Blanca el 11 de febrero de 2025 en Washington, D.C.

    Más

    Andrew Harnik/Getty Images

    Un Cambio Preocupante en los Normas de Comportamiento Presidencial

    Este contraste no solo destaca el sesgo racial en la política americana, sino que también demuestra cómo han cambiado drásticamente las normas de comportamiento presidencial y responsabilidad. La disparidad es evidente—Obama, con su madre nacida en Kansas y su infancia vivida en parte en Hawái e Indonesia, tuvo que demostrar repetidamente su legitimidad, mientras que Trump, quien propagó teorías de conspiración racistas, enfrentó consecuencias mínimas a largo plazo e incluso ascendió a la presidencia—dos veces. Ahora, Trump hospeda a Musk, quien no puso un pie en América del Norte hasta los 17 años, dándole una plataforma en el corazón de la democracia americana para defender políticas controvertidas y hacer afirmaciones amplias, a menudo engañosas.

    Los Riesgos de la Concentración de Poder

    El papel de Musk en la administración Trump, particularmente su liderazgo del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), plantea serias preguntas sobre la concentración de poder en manos de individuos no electos. Musk defendió sus esfuerzos de reducción de costos, afirmando que no eran “draconianos o radicales”. Sin embargo, las operaciones de su equipo siguen siendo en gran medida opacas, con Musk insistiendo en la “máxima transparencia” mientras trabaja en relativa secretividad.

    Además, establece un peligroso precedente para futuras administraciones, difuminando las líneas entre la autoridad electa y la influencia plutocrática. Las ramificaciones a largo plazo de este cambio de poder podrían reconfigurar las relaciones internacionales, debilitar las normas democráticas a nivel mundial y alterar fundamentalmente la naturaleza de la gobernanza americana para las generaciones venideras.

    Un Análisis de la Hipocresía Americana

    El espectáculo de Trump, quien pasó años propagando mentiras sobre el lugar de nacimiento de Obama, ahora empoderando a Musk, un ciudadano naturalizado, con control sin precedentes sobre las operaciones gubernamentales es un hecho escandaloso. Es una condena mordaz a la hipocresía de América y un recordatorio de cuán profundamente arraigado el racismo sigue dando forma a la política americana.

    La cosmovisión de MAGA ha redefinido quién representa a América en el escenario global y quién ejerce el poder sobre los ciudadanos. Un líder negro, nacido en EE.UU., con un mandato electoral abrumador enfrenta un escrutinio implacable, mientras que un multimillonario blanco es acogido. Este sorprendente contraste expone las bases raciales de su concepto de identidad y liderazgo americano.

    La Doble Moral Racial y la Desmantelación de DEI

    Lo que es igualmente preocupante, aunque lamentablemente poco cubierto, es cómo esta doble moral racial coincide con el desmantelamiento sistemático de los programas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) en todo el gobierno federal. La orden ejecutiva de Trump es un intento de deshacer el progreso y erosionar las estructuras diseñadas para promover la diversidad y combatir el racismo sistémico.

    La obsesión de Trump con los orígenes de Obama nunca se trató de ciudadanía. Fue un esfuerzo calculado para deslegitimar al primer presidente negro al explotar cínicamente los prejuicios profundamente arraigados. Que Trump abrace a Musk, un ejecutivo inmigrante de Sudáfrica, revela la verdadera naturaleza de su cosmovisión—el color de la piel, no la nacionalidad, determina quién pertenece en los corredores del poder. Esta inversión demuestra cuán rápidamente se desmorona la retórica excluyente cuando ya no sirve a su propósito discriminatorio.

    ¿Qué Futuro Nos Espera?

    La administración Trump-Musk amenaza con reconfigurar la sociedad americana de maneras profundas y preocupantes. La evidente disparidad entre el trato a Obama y Musk revela una incómoda verdad—en su visión de América, el color de la piel de una persona aún dicta las reglas del juego.

    Al llegar a este cruce de caminos, debemos preguntarnos: ¿Permitiremos que esta marea regresiva nos arrastre hacia atrás, o avanzaremos hacia una América más inclusiva y equitativa? La respuesta a esta pregunta definirá no solo el próximo ciclo electoral, sino el alma misma de nuestra nación.

    Alexis Coe es historiadora presidencial, miembro senior de New America, y autora de, más recientemente, “You Never Forget Your First: A Biography of George Washington”. Las opiniones expresadas en este artículo son propias del escritor.

    Fuente y créditos: www.newsweek.com

    Cats:

    Deja un comentario

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


    Mi resumen de noticias

    WhatsApp