Por qué no deberías mezclar bicarbonato de sodio y vinagre para limpiar
La buena noticia es que esta mezcla no es tóxica ni peligrosa de ninguna manera. No te estás envenenando lentamente si mezclas vinagre y bicarbonato de sodio para obtener una pasta burbujeante que restriegas en tus paredes, encimeras o azulejos. La mala noticia es que simplemente no hace mucho. Ayer, tristemente, escribí sobre los mejores métodos para limpiar manchas de agua de paredes blancas. Como esperaba, obtuve mejores resultados cuando limpié la mancha de agua con una mezcla de jugo de limón, bicarbonato de sodio y vinagre que cuando simplemente lo hice con jabón y agua. La famosa combinación ganó de nuevo—o eso pensaba. La razón por la cual fue mucho más efectiva, sin embargo, es que el verdadero poder de limpieza probablemente provenía del jugo de limón en el mejor de los casos y de la simple humedad de la solución en el peor de los casos, no del bicarbonato de sodio y el vinagre. De hecho, estos dos productos se neutralizan entre sí, según algunos sitios web profesionales de limpieza que leí y hilos de Reddit que navegé. El bicarbonato de sodio es una base, el vinagre es un ácido, y cuando bases y ácidos se juntan, se neutralizan. Los resultados son agua, dióxido de carbono (que escapa en forma de efervescencia), y una sal llamada acetato de sodio. El vinagre y el bicarbonato de sodio están reaccionando entre sí, no con tu superficie sucia, por lo que esta combinación generalmente no es un mejor limpiador que el agua. Realmente solo estás humedeciendo y (esperemos) frotando, no limpiando. Si eso es todo lo que quieres hacer, está bien. Si quieres limpiar realmente, necesitarás jabón u otra cosa para hacer la diferencia.
Qué usar en lugar de vinagre y bicarbonato de sodio
Primero, no subestimes el poder de las burbujas. El truco clásico de verter bicarbonato de sodio por el desagüe y seguirlo con vinagre produce muchas burbujas, y aunque eso realmente no hace mucho para combatir obstrucciones profundas en las tuberías, puede burbujear algo de suciedad más cerca de la superficie, al menos. En segundo lugar, el vinagre y el bicarbonato de sodio tienen cada uno un propósito en tu arsenal de limpieza. Piensa en esto como un divorcio amistoso: funcionan mejor por separado, pero ambos son geniales por su cuenta. La ligera acidez del vinagre a veces puede aflojar la suciedad de las superficies cuando no estás listo para optar por las armas pesadas como, por ejemplo, un limpiador de inodoro a base de ácido clorhídrico. El bicarbonato de sodio es un gran abrasivo gracias a su textura áspera y arenosa, y también es un sólido eliminador de olores, que es por lo que probablemente ya tengas una caja abierta en la parte trasera de tu refrigerador. Si buscas reemplazar los efectos de limpieza que pensabas que tenían las mezclas de bicarbonato de sodio y vinagre, simplemente opta por un limpiador regular. He tenido excelentes resultados con las fórmulas de doble concentración de Fabuloso y Pine Sol y no son muy caras. Si te gustó la sensación de frotar esas burbujas abrasivas y ásperas sobre las superficies, considera usar jabón y agua en una esponja o, si el material puede soportarlo, lana de acero.
Fuente y créditos: lifehacker.com
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