¿De dónde proviene el SARS-CoV-2?
Cinco años después de que la pandemia de COVID-19 provocara el confinamiento en todo el mundo, los científicos todavía están tratando de encontrar evidencia concluyente sobre dónde infectó primero a los humanos el virus.
Ahora que la vida ha vuelto a una especie de normalidad, ¿realmente importa de dónde se originó el SARS-CoV-2, el virus que causó el COVID? ¿Cuál es la diferencia si el virus se filtró de un laboratorio o se desarrolló en la naturaleza?
Los investigadores afirman que sí importa: dicen que es una de las preguntas más importantes para comprender cómo comienzan las pandemias y cómo podemos prevenirlas en el futuro. La respuesta, afirman, tendría un efecto duradero en la política de salud, la financiación científica, la opinión pública sobre la ciencia y las relaciones diplomáticas.
Sin mencionar el hecho de que todavía estamos viviendo con COVID: el Panel COVID-19 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sigue reportando cientos de miles de casos cada mes en todo el mundo.
Desde la teoría de la fuga de laboratorio hasta la teoría zoonótica, y teorías de conspiración en medio, no hay consenso sobre el origen del COVID. Con nuevas investigaciones y análisis emergiendo en este cuarto aniversario, examinamos el pensamiento actual.
¿Se filtró el SARS-CoV-2 de un laboratorio?
El nuevo director de la CIA, John Ratcliffe, publicó una nueva evaluación el 26 de enero, diciendo que es “más probable” que el COVID-19 se haya filtrado de un laboratorio chino que haber venido de los animales.
Los argumentos a favor de la teoría de la fuga de laboratorio se centran en el Instituto de Virología de Wuhan, un instituto donde los científicos investigaban coronavirus en el momento del brote inicial en China.
“La evidencia más sólida proviene de la cronología de la investigación [que se remonta a] 2012. Los documentos publicados por el instituto muestran que los científicos podían construir coronavirus modificados”, dijo Richard H. Ebright, profesor de biología química en la Universidad Rutgers en EE. UU.
El Instituto de Virología de Wuhan es visto por muchos investigadores como una parte crucial del rompecabezas sobre el origen del COVID-19.
La investigación incluía la modificación genética de coronavirus para hacerlos más fuertes, como añadir proteínas espigas y probar la capacidad de los virus para propagarse. Su objetivo declarado era ayudar a prevenir brotes de coronavirus.
Pero no sabemos cuántos coronavirus estudió el instituto. “Se negaron a colaborar desde el principio”, opinó Ebright.
Algunos expertos dicen que es posible que el laboratorio de Wuhan tuviera cepas progenitoras — ancestros — del SARS-CoV-2, pero la supuesta retención de información por parte de China sobre el origen del COVID hace que esto sea imposible de probar o refutar.
Entonces, está la cuestión de cómo se habría filtrado el virus. Algunos dicen que se filtró accidentalmente, debido a medidas de seguridad deficientes en el laboratorio, mientras que otros sugieren que se desarrolló intencionalmente y se lanzó como un arma biológica. Pero no hay evidencia sólida para ninguna de las teorías.
“Cada forma de la teoría de la fuga de laboratorio involucra algún tipo de encubrimiento, lo que para mí significa que es una teoría de conspiración”, dijo Edward Holmes, profesor de virología en la Universidad de Sydney en Australia.
¿El COVID-19 provino de la naturaleza?
Algunos científicos prefieren la teoría zoonótica: la teoría de que el virus evolucionó en la naturaleza a partir de un coronavirus existente y se propagó de animales salvajes a humanos en el Mercado Mayorista de Mariscos Huanan, también en Wuhan, China.
Los investigadores dijeron que habían analizado datos estadísticos para localizar — lo que afirmaron — eran los primeros casos humanos y que esos casos estaban entre los vendedores del mercado que vendían animales vivos.
“La evidencia apoya un origen zoonótico”, dijo Angie Rasmussen, viróloga en la Universidad de Saskatchewan en Canadá. “Incluye estudios detallados del SARS-CoV-2 […] y su trayectoria evolutiva una vez que [estuvo en] la población humana.”
Dentro del mercado de mariscos Huanan, donde algunos investigadores dicen que los primeros humanos se infectaron con COVID-19.
Los científicos han estudiado muestras de animales salvajes en Wuhan en busca de signos del virus original SARS-CoV-2. Pero no han logrado encontrarlo. Y también han fallado en rastrear cómo el virus se propagó del mercado al medio ambiente exterior.
“El paso clave de rastrear y probar los animales en el mercado Huanan no se realizó [en ese momento] y ahora es demasiado tarde. Por esta razón, no hemos podido identificar la ascendencia animal exacta”, dijo Holmes.
Pero dado que el mercado Huanan está a 16 kilómetros (10 millas) del Instituto de Virología de Wuhan, algunas personas continúan sugiriendo que el laboratorio y/o el mercado fueron el epicentro del COVID.
El origen del COVID: inclinándose hacia la naturaleza
Una encuesta de expertos en febrero de 2024 encontró que la mayoría de los científicos creen que el COVID surgió de la naturaleza.
Los expertos encuestados dieron a la teoría natural, zoonótica (o zoonosis), una probabilidad media del 77% — cuatro de cada cinco expertos dijeron que era más del 50% probable. Pero los expertos indicaron que había un 21% de probabilidad de que el COVID comenzara debido a un “accidente relacionado con la investigación” — uno de cada cinco expertos dijo que había un 50% o más de probabilidad de eso.
“Cuando tomas en cuenta otra inteligencia, la teoría de la fuga de laboratorio comienza a parecer más plausible”, dijo Seth Baum del Instituto Global de Riesgo Catastrófico, que co-publicó la encuesta con Nemesys Insights.
Cuando Baum se refiere a “otra inteligencia”, habla de factores no científicos, como la proximidad del mercado al laboratorio.
Gran parte de la evidencia que podría proporcionar una respuesta concluyente, sin embargo, se ha perdido o sigue sin estar disponible para el escrutinio público.
“Si obtendremos una conclusión basada en evidencias depende de que países como China colaboren y sean accesibles con datos”, dijo Baum.
Lo que los expertos sí acuerdan es que necesitamos seguir intentando resolver el misterio del origen del COVID, ya que podría determinar cómo respondemos a la próxima pandemia.
Este artículo fue originalmente escrito en marzo de 2024 y se actualizó el 27 de enero de 2025 con nueva información de la CIA.
Fuente y créditos: www.dw.com
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