Miembros de secta religiosa condenados por muerte de niña diabética
Catorce miembros de una secta religiosa cristiana en el estado de Queensland, Australia, fueron declarados culpables el miércoles de causar la muerte de una niña diabética de 8 años al negarle insulina que le salvase la vida.
La niña, Elizabeth Struhs, falleció en enero de 2022 en la ciudad de Toowoomba tras la retirada del tratamiento por motivos religiosos, lo que provocó una cetoacidosis, una complicación severa de la diabetes.
Según el juez del Tribunal Supremo de Queensland, la secta mantenía una “creencia fundamental” en el poder sanador de Dios a expensas de la atención médica.
La administración de insulina a los diabéticos suele ser vital, ya que no producen suficiente por sí mismos para mantener controlado el nivel de azúcar en la sangre, lo que frecuentemente conduce a problemas de salud graves.
Negligencia por parte de los padres
Tanto el padre como la madre de la niña, Jason y Kerrie Struhs, fueron hallados culpables de homicidio involuntario por descuidar su deber de cuidado hacia su hija.
Al negarle insulina, mostraron “grave culpa moral y desprecio por la vida humana”, señaló el juez.
El líder religioso de la iglesia basada en el hogar, Brendan Stevens, y los otros miembros de la secta también fueron condenados por homicidio involuntario por alentar intencionadamente al padre a retener la insulina.
No se dictó un veredicto de asesinato contra Stevens y el padre de la niña porque no se pudo probar que comprendieran que probablemente ella moriría, dado su estado mental en ese momento, indicó el juez.
Se informó que los miembros de la secta oraron y cantaron junto a la niña mientras moría a lo largo de una semana, y luego esperaron 36 horas antes de llamar a los paramédicos tras su fallecimiento.
Los acusados afirmaron repetidamente en el tribunal y a la policía que creían que ella sería resucitada y que estaba “solo durmiendo”.
La sentencia se llevará a cabo el 11 de febrero.
tj/rc (AFP, EFE)
Fuente y créditos: www.dw.com
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