El peor de los tiempos: crisis humanitaria en 2024
Para muchas de las personas atendidas por el sector humanitario, 2024 ha sido el peor de los tiempos. Las estimaciones más recientes de la ONU sobre aquellos forzados a huir de la violencia y los desastres indican un récord de 120 millones, una cifra que se ha duplicado en la última década. El número total de personas en necesidad humanitaria, 300 millones, ha aumentado debido a conflictos cada vez más violentos y al creciente impacto de la crisis climática. El progreso en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU también ha estado estancado o en declive en más de la mitad de los países frágiles. Un niño nacido en esos países tiene diez veces más probabilidades de vivir en la pobreza que uno nacido en un estado estable.
Innovación tecnológica en la acción humanitaria
Los números sin precedentes muestran la necesidad de un nuevo impulso humanitario: uno tecnológico, aprovechando el poder digital y la inteligencia artificial (IA). Durante años hemos debatido (con razón) los riesgos y beneficios de la IA y hemos esperado que llegara la promesa de “IA para el Bien”. En 2025, en todo el sector de la ayuda, el desarrollo y la acción humanitaria, ese momento puede estar finalmente a la vista.
Cuando se utiliza adecuadamente, la IA puede abrir nuevas fronteras en la acción humanitaria, en términos de escala, velocidad, alcance, personalización y ahorro de costos. Mi organización, el Comité Internacional de Rescate (IRC), y nuestro laboratorio interno de investigación e innovación, Airbel, están explorando aplicaciones de la IA en nuestra programación humanitaria.
Soluciones emergentes en educación e información
Estamos viendo soluciones surgir en tres áreas críticas: información, educación y clima, cada una respaldada por asociaciones y colaboraciones público-privadas prometedoras. Por ejemplo, para los refugiados forzados a huir de los conflictos, la primera prioridad es contar con información oportuna, precisa y específica del contexto sobre a quién confiar y dónde encontrar servicios y seguridad. El proyecto de información global, Signpost, respaldado por Google.org—el brazo caritativo de Google—en asociación con IRC, Cisco Foundation, Zendesk y Tech for Refugees, proporciona información crítica a millones de personas desplazadas a través de canales digitales y redes sociales, desempoderando a los contrabandistas que prosperan en la desinformación y salvando vidas a lo largo de las rutas migratorias.
A medida que este trabajo evoluciona, Signpost está creando un “laboratorio de prototipado de IA” para mitigar riesgos y evaluar la efectividad de la IA generativa para todo el sector humanitario.
Educación personalizada para niños afectados por crisis
Los humanitarios también están explorando el potencial de la IA generativa para mejorar y personalizar la educación para los niños afectados por crisis, que suman 224 millones en todo el mundo. Un gran desafío consiste en probar y fortalecer el potencial de ChatGPT en lenguas locales. Los modelos de IA, por ejemplo, no pueden comprender las lenguas africanas. Lelapa AI, un “laboratorio de investigación y producto de IA” africano, está trabajando para cambiar eso, desarrollando nuevos idiomas para llevar la IA a África, mientras que OpenAI ha comenzado a ofrecer acceso a bajo costo a ChatGPT para organizaciones sin fines de lucro.
OpenAI también apoya el desarrollo de AprendAI, una plataforma global de chatbot educativo impulsada por IA que entrega experiencias de aprendizaje digital personalizadas a gran escala a través de plataformas de mensajería para niños, maestros y padres afectados por crisis, todo mientras se prueba y fortalece el potencial de ChatGPT en lenguas locales.
Inteligencia artificial para comunidades vulnerables
Finalmente, estamos viendo el poder de la inteligencia artificial ampliarse para proteger comunidades que enfrentan los duros impactos de fenómenos climáticos extremos. En asociación con ONG, gobiernos y la ONU, Google ha lanzado un “Flood Hub” (Centro de Inundaciones) impulsado por IA, que actualmente puede predecir inundaciones en 80 países. Google.org, junto con IRC y la ONG GiveDirectly, está utilizando aprendizaje automático en el noreste de Nigeria para establecer sistemas de pronóstico que desencadenen advertencias tempranas y transferencias de efectivo antes de desastres climáticos devastadores.
El académico e historiador israelí Yuval Noah Harari describió la inteligencia artificial como la tecnología más peligrosa que hemos creado, y potencialmente la más beneficiosa. En 2025, esos beneficios deben llegar a los más pobres del mundo.
Fuente y créditos: www.wired.com
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