Starmer asegura encuentro con Trump
A diferencia de Theresa May, Sir Keir Starmer no será el primer líder mundial en pisar la Casa Blanca de Trump, pero al menos ahora ha conseguido una invitación a Washington. No se extendió en los términos más gracious, ya que el presidente le dijo a los reporteros que “fue su solicitud, no la mía”, pero el primer ministro ahora tendrá la oportunidad de hablar con él cara a cara en la sala donde suceden las cosas en Pennsylvania Avenue.
Relaciones diplomáticas bajo presión
Donald Trump se mostró excepcionalmente casual sobre la próxima reunión, afirmando no saber de qué tendrían que hablar los dos. Sin embargo, el Número 10 estará complacido de que, hasta ahora, su ofensiva de encanto parece estar teniendo efecto, ya que el presidente describió a Starmer como “un buen tipo”. Esa cálida relación personal está bajo creciente presión debido a la creciente divergencia de las posiciones del Reino Unido y Estados Unidos sobre los temas que Starmer sin duda querrá discutir: Ucrania, Oriente Medio, aranceles comerciales y el acuerdo de Chagos, por mencionar algunos.
Apoyo a Ucrania y negociaciones
Las contorsiones diplomáticas necesarias para mantener la fe con Ucrania, mientras se sigue del lado correcto de Trump, se vuelven más extremas. La llamada telefónica unilateral de 90 minutos del presidente con el presidente ruso Vladimir Putin, seguida del anuncio de negociaciones de paz, sorprendió al mundo. La Casa Blanca ahora parece haber aceptado que el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy necesitará estar en la mesa, mientras que el secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, David Lammy, le dijo a los reporteros que el vicepresidente estadounidense JD Vance había acordado que los ucranianos tendrán que ser parte de cualquier acuerdo futuro.
Es un mensaje que el Reino Unido ha estado haciendo su mejor esfuerzo por reforzar, y Starmer expresó su apoyo “concreto” a Ucrania en una llamada telefónica el viernes, insistiendo en que “no puede haber conversaciones sobre Ucrania, sin Ucrania”. En un artículo conjunto en el Daily Telegraph el sábado, Lammy y John Healey subrayaron ese apoyo, haciendo un llamado a “que todos sigamos unidos y mostremos fuerza” y argumentando que Occidente ha hecho “demasiado poco” para contrarrestar la agresión rusa.
Desafíos de defensa y negociaciones con EE. UU.
Los secretarios de Defensa y Relaciones Exteriores también querían demostrar que han estado escuchando los argumentos de EE. UU. sobre el gasto en defensa, insistiendo en que “hemos sido claros en que Europa y el Reino Unido deben hacer más juntos para compartir la carga de la seguridad de nuestro continente”. A pesar de esta afirmación, seguimos esperando que el gobierno defina cuándo cumplirán su compromiso de aumentar el gasto en defensa del 2.3 al 2.5% del PIB. Ir más allá de eso, dado las dificultades existentes de la canciller para equilibrar el presupuesto mientras se aferra a sus reglas fiscales, parece increíblemente remoto, a pesar de las llamadas de Trump por un objetivo del 5%.
Parece poco probable que la promesa de asumir la carga de defender Europa llegue tan lejos como para establecer un “ejército de Europa”, como propuso Zelenskyy en la Conferencia de Seguridad de Múnich el sábado. Hemos escuchado mucha discusión sobre esa idea durante muchos años, y el Reino Unido siempre se ha opuesto. Sin embargo, también es cierto que Starmer se ha comprometido a que el Reino Unido “desempeñe su papel completo” en cualquier operación de mantenimiento de la paz en Ucrania en el futuro. Cuán extensamente el primer ministro estaría dispuesto a comprometerse con esto seguramente será otro punto complicado con los estadounidenses.
Ucrania y la OTAN
Otro desacuerdo abierto es sobre la adhesión de Ucrania a la OTAN. El viernes, Starmer reiteró el compromiso del Reino Unido de que Ucrania esté en un “camino irreversible hacia la OTAN, según lo acordado por los aliados en la Cumbre de Washington el año pasado”. Los estadounidenses han descrito esto como “irrealista” pero, en su discurso del sábado, Zelenskyy continuó insistiendo en que debe seguir sobre la mesa como “el núcleo de cualquier garantía de seguridad para Ucrania”.
Starmer esperará que la relación especial ayude a dar peso a sus argumentos cuando se dirija a la Casa Blanca más tarde este mes. Pero no es el único ámbito de negociación que requiere un manejo delicado, dado la amenaza de aranceles comerciales que podrían costar a la economía británica £24 mil millones. ¿Puede la firme postura del primer ministro sobre Ucrania sobrevivir, y aun más, prevalecer cuando necesita abogar por el Reino Unido en tantos otros frentes?
Fuente y créditos: news.sky.com
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