La Casa Blanca intensifica su disputa con la AP
La Casa Blanca escaló su enfrentamiento con The Associated Press el viernes, anunciando que la agencia de noticias mundial perderá acceso a algunos espacios de prensa indefinidamente debido a su manejo del cambio de nombre “Gulf of America” de Donald Trump. Taylor Budowich, el jefe de gabinete adjunto de la Casa Blanca, comunicó el castigo en redes sociales, afirmando que la Primera Enmienda no le brinda a la AP “acceso sin restricciones a espacios limitados, como la Oficina Oval y el Air Force One”, y que “ese espacio ahora se abrirá a los muchos miles de reporteros que han sido excluidos de cubrir estas áreas íntimas de la administración”. La AP todavía mantendrá sus credenciales para el complejo de la Casa Blanca, precisó.
Conflicto sobre el nombre del Golfo de México
La disputa entre la administración del presidente Donald Trump y la AP, una organización de noticias en su mayoría neutral políticamente que rara vez ha sido blanco de ataques, se intensificó esta semana cuando la Casa Blanca prohibió a los periodistas de la AP asistir a dos eventos, incluida una sesión de preguntas y respuestas con Trump y su asesor multimillonario Elon Musk en la Oficina Oval. La Casa Blanca ha estado atacando a la AP por su postura sobre el cambio unilateral del nombre del Golfo de México ― un cuerpo de agua internacional que ha tenido ese nombre durante más de 400 años. La AP, que mantiene una guía de estilo que muchos medios siguen, anunció tras el cambio que “se referiría a él por su nombre original, reconociendo el nuevo nombre que Trump ha elegido”.
Reacciones de la AP
Budowich acusó el viernes: “La Associated Press continúa ignorando el cambio de nombre geográfico legal del Gulf of America”, repitiendo ataques de la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt. “Esta decisión no solo es divisiva, sino que también expone el compromiso de la Associated Press con la desinformación”. La AP dijo que su vicepresidenta senior y editora ejecutiva, Julie Price, envió una carta a la jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susie Wiles, el miércoles, rechazando la pérdida de acceso por parte del medio. “Las acciones tomadas por esta Casa Blanca estaban claramente destinadas a castigar a la AP por el contenido de su discurso”, escribió Price. “Es uno de los principios más básicos de la Primera Enmienda que el gobierno no puede tomar represalias contra el público o la prensa por lo que dicen”.
Nuevas políticas de comunicación
Este es solo el último ejemplo de cómo la Casa Blanca de Trump ha apuntado a medios de comunicación que no le gustan. Brendan Carr, nuevo presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones, ya ha lanzado investigaciones contra NPR, PBS y una estación de radio de San Francisco. Su administración también ha estado expulsando a organizaciones de noticias de sus espacios en el Pentágono para hacer espacio a medios de comunicación de extrema derecha, incluyendo Newsmax y The Daily Caller, aunque HuffPost también ha recibido una oferta para un espacio.
Fuente y créditos: www.huffpost.com
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