Declaración de Alto al Fuego en la RDC
La alianza de grupos rebeldes que capturó la estratégica ciudad de Goma, en la República Democrática del Congo (RDC), ha declarado un alto al fuego en la región por razones humanitarias. La pausa en la lucha de los rebeldes con el ejército congoleño, que comenzará el martes, ocurre tras el desplazamiento de cientos de miles de personas y en medio de crecientes llamados para un paso seguro de ayuda humanitaria.
Alianza Rebelde Incluyendo a M23
El grupo, denominado Alianza del Río Congo, incluye también a los rebeldes M23, respaldados por Ruanda, quienes han reportado avances territoriales en otras partes del este del país y en su avance hacia la capital provincial de Kivu del Sur, Bukavu. Sin embargo, la alianza rebelde declaró en su comunicado del lunes que no tiene intención de capturar Bukavu. Lawrence Kanyuka, portavoz del M23, manifestó: “Debe quedar claro que no tenemos intención de capturar Bukavu u otras áreas. Sin embargo, reiteramos nuestro compromiso de proteger y defender a la población civil y nuestras posiciones”.
Violencia en Goma
El lunes, las agencias de la ONU informaron que al menos 900 personas fueron asesinadas en los combates de la semana pasada en Goma. La cifra fue presentada por la agencia humanitaria de la ONU (OCHA), citando a la Organización Mundial de la Salud (OMS). El M23 capturó Goma, que es la ciudad más grande de Congo en el este y un importante centro de operaciones humanitarias, el 27 de enero. Según expertos de la ONU, los rebeldes M23 están respaldados por casi 4,000 soldados de Ruanda.
La escalada ha encendido temores de guerras regionales similares a las que ocurrieron entre 1996 y 2003, que dejaron millones de muertos, principalmente por hambre y enfermedades.
Contexto del Conflicto Prolongado
Las raíces del conflicto en Congo se encuentran en parte en décadas de tensiones étnicas. El M23 dice que defiende a los tutsis étnicos en el país contra las milicias hutu como las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundadas por hutus que huyeron a Congo tras participar en el genocidio de 800,000 tutsis y hutus moderados en 1994. Ruanda alega que el FDLR está “totalmente integrado” en el ejército congoleño, pero Congo niega los cargos. Kinshasa, a su vez, acusa a Ruanda de usar al M23 para tomar control de áreas ricas en minerales en el este de Congo. Las autoridades en Congo han declarado previamente que están abiertas al diálogo para encontrar una solución al conflicto prolongado, pero las negociaciones deben realizarse dentro del marco de acuerdos de paz anteriores. Ruanda y la alianza rebelde acusan a Congo de no cumplir con acuerdos de paz previos.
Fuente y créditos: www.dw.com
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