El escándalo de Calciopoli y la salida de Fabio Capello
Fabio Capello no se quedó mucho tiempo. El juicio de Calciopoli aún no había emitido un veredicto, pero la situación se veía mal. Una cláusula de escape en su contrato con la Juventus le permitió salir y, el 4 de julio de 2006, la ejerció. Capello era reconocido como el principal entrenador de fútbol en ese momento. Había ganado ocho títulos de liga en 15 años. Sin embargo, su pasado como jugador en la Juventus no lo hacía leal incondicionalmente. Cuando el club fue relegado a la Serie B por primera vez en su historia y le descontaron 30 puntos, además de despojarlo de los dos campeonatos que había ganado (2004-05, 2005-06), Capello ya estaba de vuelta en Valdebebas, iniciando su segunda etapa en el Real Madrid. Fabio Cannavaro, el defensa central campeón del mundo y soon-to-be ganador del Balón de Oro, lo siguió al Bernabéu junto con Emerson, el brasileño que había sido clave en los últimos Scudetti de Capello en Roma y Juve.
Las acusaciones contra el Manchester City
El escándalo, que llevó a prohibiciones de por vida para el gerente general de la Juventus, Luciano Moggi, y el director ejecutivo, Antonio Giraudo, no se trató de arreglo de partidos, sino de una red de poder e influencia. Este sigue siendo un momento crucial en la historia del fútbol italiano, y que nos lleva a los oponentes de la Juventus en la Champions League el miércoles por la noche, el Manchester City. Para parafrasear la línea de apertura de Anna Karenina de Tolstoy (todas las familias felices son semejantes; cada familia infeliz es infeliz a su manera), los 115 cargos presentados por la Premier League contra el City son diferentes de las acusaciones que la Federación Italiana de Fútbol hizo contra la Juventus y otros en 2006. El City recibió con agrado “la revisión por una comisión independiente, para considerar de manera imparcial el cuerpo integral de evidencia irrefutable” que afirman los exonerará de cargos que incluyen no proporcionar detalles precisos sobre los pagos a jugadores y entrenadores, violaciones de las reglas de rentabilidad y sostenibilidad (PSR) y cumplimiento de las regulaciones de FFP de la UEFA.
Reacciones y perspectivas sobre el futuro
Sin embargo, en el peor de los casos para el City, el resultado podría parecerse a lo que la Juventus enfrentó hace casi dos décadas. Pep Guardiola ha abordado repetidamente la amenaza de descenso. “Dije cuando todos los clubes nos acusaron de hacer algo mal y la gente dice: ‘¿Qué pasará si somos relegados?’ Estaré aquí. No sé la posición a la que nos llevarán, ¿la Conferencia? (Pero) el próximo año volveremos a subir y regresar a la Premier League.” Si la promesa de Guardiola será probada por el veredicto o no, está por verse.
Guardiola ha hablado sobre las posibles consecuencias de un descenso, esperando que los jugadores no reaccionen negativamente a una situación aún hipotética. Como sucedió con Capello, quien continúa considerándolo una injusticia “cómica”. Zlatan Ibrahimovic opinó que “la mayoría de eso” era “una tontería”. “¿Árbitros dándonos un trato preferencial?” se quejó en su libro. Aún así, eso no detuvo al sueco de querer salir. Miraba a la Juventus como un “barco hundiéndose”. Capello, quien fue reemplazado por Didier Deschamps, tuvo una conversación interesante con Ibrahimovic respecto a posibles salidas del club, lo que revelaba el clima de incertidumbre en el equipo.
Las repercusiones de Calciopoli en el fútbol italiano
El juicio contra la Juventus — la FIGC tardó solo dos meses y 12 días en cerrar el caso — sigue siendo un punto doloroso. Por el contrario, casi han pasado dos años desde que la Premier League anunció que su investigación contra el City había escalado a 115 cargos. “El tiempo y las reglas no se respetaron”, declaró Capello en una entrevista. “La justicia deportiva no tuvo la oportunidad de operar correctamente.” La idoneidad de Guido Rossi, el comisionado especial de la FIGC, fue debatida en ese momento y ha alimentado teorías de conspiración desde entonces.
En medio de las señales de la UEFA de que les gustaría que todo estuviera resuelto para el 28 de julio, la relegación y deducción de 30 puntos de la Juventus fue confirmada más temprano esa semana, y la sanción se redujo a 17 puntos en apelación, siendo posteriormente conmutada a 9. La decisión de dejar uno de los dos títulos revocados de la Juventus sin asignar y premiar el otro de 2005-06 a Inter, marcó un triste precedente. “Han pasado muchos años desde Calciopoli”, reflexionó Giorgio Chiellini. “Solo puedo reiterar que esos dos títulos fueron ganados en el campo, simplemente porque éramos mejores”.
El impacto financiero de la relegación
Tras la relegación en 2006, la Juventus cayó del tercer lugar en la Deloitte Money League (donde estaba muy cerca de Real Madrid y Barcelona) al duodécimo. Los ingresos cayeron en €106 millones (42%) a medida que los socios comerciales, como Nike, renegociaron sus contratos para reflejar la disminución del estatus de la Juventus. Aunque el club jamás estuvo fuera del top 5 en las clasificaciones de Deloitte hasta ese momento, nunca ha vuelto a la parte alta. Esto se debe en parte a un sistema que cambió, donde los derechos de televisión se negociaban de manera colectiva.
La decisión del panel independiente, cuando llegue, será analizada y escrutada como ninguna otra en la historia de la Premier League. Regresar de la relegación en el primer intento y volver a la Champions League no garantizó que las viejas heridas estuvieran cerradas. Cuando Andrea Agnelli asumió la presidencia de la Juventus en 2010, dejó la impresión de que el club no se había defendido lo suficientemente bien durante las audiencias de Calciopoli. Finalmente, con el tiempo, los ecos de ese escándalo todavía resuenan en el fútbol.
Conclusiones sobre el legado de Calciopoli
A medida que las audiencias del caso criminal que llevó a la reapertura de el caso deportivo comienzan a desarrollarse en Roma, es evidente que el legado de Calciopoli sigue presente. La historia de la Juventus será siempre recordada con una mezcla de rencor y reivindicación. La decisión del panel será un paso importante para cerrar capítulo de un escándalo que todavía duele a muchos en el fútbol italiano. La esperanza es que no se convierta en una herida que nunca sanará.
Fuente y créditos: www.nytimes.com
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