Técnica de Pomodoro 2.0: Adaptación Efectiva
Cuando se trata de trucos de productividad, hay dos cosas que me encantan: los clásicos probados, como la técnica Pomodoro, y personalizarlos con algunos cambios. La idea de hoy, Pomodoro 2.0, es una de las adaptaciones más fáciles y efectivas.
¿Qué es la técnica Pomodoro?
Primero, un repaso sobre qué es la técnica Pomodoro. Utilizando esta técnica, se establece una alarma para 25 minutos, se trabaja durante ese tiempo y luego se toma un descanso de cinco minutos. Este ciclo se repite cuatro veces, para luego concederse un descanso más largo de hasta media hora antes de comenzar de nuevo. Funciona porque se concentran esos períodos relativamente cortos en la tarea en cuestión, sabiendo que se acerca un respiro.
Mejoras de Pomodoro 2.0
Hace un tiempo vi la idea de “Pomodoro 2.0” mencionada en un foro y comencé a investigar. Lo que encontré me impresionó: aborda una de las principales críticas que tengo de la versión original, que es que 25 minutos no siempre es suficiente para alcanzar un estado de trabajo profundo. En Beyond Productivity, el Dr. Christian Poensgen recomienda comenzar la sesión de Pomodoro con un bloque de trabajo de 30 minutos y luego añadir más tiempo después del descanso, aumentando entre 15 y 60 minutos. Recomiendo hacerlo de manera incremental, añadiendo 15 minutos cada vez, para trabajar 30, luego 45, luego 60 y, finalmente, 75 minutos antes de la pausa larga.
La Importancia de la Productividad
¿Por qué usar Pomodoro 2.0? La técnica Pomodoro brilla (y ha sido tan popular durante tanto tiempo) porque te ayuda a entrar en el trabajo, motivado por los pequeños sprints de trabajo y la promesa de recompensas. Es absolutamente cierto que necesitas tomar descansos para mantener tu productividad, así que esa parte nunca debe ser alterada o saltada, pero a veces, las sesiones de trabajo de 25 minutos simplemente no son suficientes. Entrar en un estado de trabajo profundo—donde no hay distracciones y sientes que el tiempo se desliza porque estás trabajando tan efectivamente—requiere tiempo. Detenerse repetidamente antes de alcanzar ese punto es contraproducente.
Consideraciones Finales
Deberías considerar esta alteración si tienes un proyecto importante que exige muchos recursos o energía, dejándote construir hacia las partes difíciles mientras aumentas los minutos en tu temporizador. Si lo intentas y no obtienes los resultados que quieres, puedes cambiarlo de otra manera. Recuerda la idea de “comer la rana”, o abordar tu mayor tarea de la lista de pendientes al comenzar la mañana. Considera comer la rana en Pomodoro 2.0, comenzando con tu bloque de 75 minutos y trabajando hacia atrás a 60, 45 y 30. Recuerda, ninguna de estas reglas es estricta; puedes hacer cambios que se ajusten a tus necesidades y preferencias personales. Si eres alguien que no se abruma y tiene la capacidad de involucrarse en trabajos a largo plazo, esta estructura podría adaptarse a ti, ya que la promesa de sesiones de trabajo cada vez más cortas puede ser un motivador en sí mismo.
Fuente y créditos: lifehacker.com
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