Las protestas en Serbia continúan: “La corrupción mata”
“La corrupción mata.” Este es el mensaje contundente en el corazón de las protestas que han estado ocurriendo en Serbia durante tres meses y que no muestran signos de disminuir.
La ola de descontento provocada por el colapso de la cubierta de la estación de tren de Novi Sad en noviembre pasado ha visto a decenas de miles de ciudadanos serbios salir a las calles diariamente, exigiendo responsabilidad política y criminal por la tragedia que cobró 15 vidas y dejó a otros dos gravemente heridos.
Expansión de las protestas diarias
Las protestas están creciendo día a día. Las manifestaciones, la obstrucción del tráfico y los tributos a las víctimas del incidente se han convertido en parte de la vida cotidiana en todo el país.
Los estudiantes han bloqueado casi todas las facultades en las tres universidades nacionales más grandes, exigiendo, entre otras cosas, la renuncia del primer ministro y del alcalde de Novi Sad.
Un punto de inflexión
“No puedo imaginar que dejemos los bloqueos sin que se cumplan nuestras demandas. Esto es, sin duda, un punto de inflexión. Es el comienzo del fin”, dijo Ana Djuric, una estudiante de Novi Sad, a DW.
Alrededor de 5,000 profesores y personal académico se han unido a los estudiantes. “El caos, el crimen y el dominio de la ignorancia y la incompetencia — es insoportable de ver”, dice Ljubica Oparnica, profesora en la Facultad de Educación de la Universidad de Novi Sad. Ella reconoce a los estudiantes por restaurar su fe en que el cambio es posible.
“Estoy verdaderamente fascinada por la forma en que los estudiantes están trabajando juntos”, dijo. “Su solidaridad es una fortaleza que no puede ser asaltada. Si todos compartimos la misma visión — y aquí está claro que todos queremos un nuevo sistema, una nueva y distinta era — este régimen no tiene ninguna oportunidad.”
Apoyo internacional y local
El apoyo también ha llegado de la diáspora serbia en todo el mundo — desde Nueva York hasta Melbourne — con reuniones en ciudades importantes alrededor del mundo. Incluso el tenista Novak Djokovic expresó su solidaridad con los estudiantes en el Abierto de Australia.
Los ciudadanos están donando comida, las empresas privadas están proporcionando suministros esenciales, los taxistas ofrecen viajes gratuitos, y los agricultores se han comprometido a proteger a los manifestantes con sus tractores.
Presión sobre los manifestantes
La protección puede ser necesaria, ya que los estudiantes enfrentan una creciente presión. Los tabloides pro-gubernamentales los han etiquetado como “agentes extranjeros” y han publicado información personal sobre ellos.
También hay informes de que algunos padres han sido visitados por agentes del servicio de inteligencia. Los ataques físicos a los manifestantes están ocurriendo con mayor frecuencia. La tensión alcanzó su punto máximo el jueves pasado cuando un hombre embistió con su vehículo a una multitud durante un tributo silencioso en Belgrado, hiriendo a una estudiante de derecho que fue hospitalizada con lesiones graves.
Demandas de una huelga general
El incidente ha enfurecido aún más a muchos ciudadanos, provocando protestas más grandes incluso en ciudades más pequeñas de Serbia.
Los estudiantes ven esto como una señal de que es el momento adecuado para una huelga general. Creen que todo debe detenerse para que ocurra un cambio real. Muchos ya han respondido a su llamado.
La Asociación de Abogados de Serbia lanzó un paro de una semana, mientras que algunos empleados de la empresa de electricidad estatal también se están preparando para la huelga. Según fuentes de DW, los trabajadores médicos y artistas en instituciones públicas también están considerando unirse.
El gobierno responde a las protestas
Mientras las protestas y la solidaridad entre varios grupos sociales crecen, el gobierno enfrenta la crisis política más significativa de sus 12 años de gobierno.
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, ha acusado a los manifestantes de socavar el orden constitucional. “Los instructores extranjeros están detrás de todo esto, provenientes de varios países occidentales. Esto lo sabemos con certeza. Algunos incluso vienen de países del este, haciendo el trabajo sucio para las redes de inteligencia occidentales”, dijo.
Vucic propuso lo que llamó un “referéndum consultivo” sobre su presidencia, una propuesta que fue rechazada por la oposición, que en cambio exigió un gobierno de transición para garantizar elecciones justas. El Partido Progresista Serbio (SNS) desestimó esta idea y lanzó una campaña titulada “Confío en Vucic”.
El futuro de las protestas
“Incluso para el gobierno, un referéndum sería un desafío significativo”, dice el politólogo Dusan Spasojevic. Él predice que ambas partes se apegarán a luchas de poder informales.
“Parece que se están preparando para una contra-campaña. Hay señales de que pueden comenzar contra-manifestaciones a finales de esta semana. Supongo que este es otro mecanismo que el Partido Progresista Serbio utilizará para suprimir las protestas,” concluyó Spasojevic.
Lo que ocurre a continuación en Serbia es incierto.
Para la profesora Ljubica Oparnica, la respuesta es clara: “No se rendirán fácilmente porque disfrutan de inmensos privilegios. Por eso el cambio parece imposible. Pero creo que este gobierno colapsará de repente, como la cubierta caída de la estación de tren de Novi Sad. Todos nos sorprenderemos. Creo que han alcanzado el final de su fuerza.”
Aunque Dusan Spasojevic tiene una visión más cautelosa, cree que no hay vuelta atrás. “Si el gobierno encuentra una manera de debilitar las protestas estudiantiles, podría resolver temporalmente la crisis. Pero seguramente resurgirá con toda su fuerza en la próxima oportunidad”, concluye.
Fuente y créditos: www.dw.com
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