La Disminución de la Lectura Recreativa
El número de personas que leen por placer parece estar en constante descenso. El cincuenta por ciento de los adultos en el Reino Unido afirma que no lee de forma regular (un aumento respecto al 42 por ciento en 2015), y casi uno de cada cuatro jóvenes de entre 16 y 24 años dice que nunca ha sido lector, según una investigación de The Reading Agency.
Implicaciones del Cambio en los Hábitos de Lectura
Pero, ¿cuáles son las implicaciones? ¿La preferencia de las personas por el video sobre el texto afectará a nuestros cerebros o a nuestra evolución como especie? ¿Qué tipo de estructura cerebral tienen realmente los buenos lectores? Mi nuevo estudio, publicado en NeuroImage, ha aportado respuestas.
Estructura Cerebral de los Lectores
Analicé datos de acceso abierto de más de 1,000 participantes para descubrir que los lectores con diversas habilidades tenían rasgos distintos en la anatomía cerebral. La estructura de dos regiones en el hemisferio izquierdo, que son cruciales para el lenguaje, era diferente en las personas que eran buenas lectoras. Una era la parte anterior del lóbulo temporal. El polo temporal izquierdo ayuda a asociar y categorizar diferentes tipos de información significativa. Para ensamblar el significado de una palabra como “pierna”, esta región cerebral relaciona la información visual, sensorial y motora que transmite cómo lucen, se sienten y se mueven las piernas.
La otra región es el giro de Heschl, un pliegue en la parte superior del lóbulo temporal que alberga la corteza auditiva (la corteza es la capa más externa del cerebro). Una mejor capacidad de lectura se relacionó con una mayor parte anterior del lóbulo temporal en el hemisferio izquierdo en comparación con el derecho. Tiene sentido que tener un área cerebral más grande dedicada al significado facilite la comprensión de las palabras y, por lo tanto, la lectura.
Relación entre la Corteza Auditiva y la Lectura
Lo que puede parecer menos intuitivo es que la corteza auditiva esté relacionada con la lectura. ¿No es la lectura principalmente una habilidad visual? No solo. Para emparejar letras con sonidos de habla, primero necesitamos ser conscientes de los sonidos del lenguaje. Esta conciencia fonológica es un precursor bien establecido del desarrollo de la lectura en los niños. Un giro de Heschl izquierdo más delgado se ha relacionado previamente con la dislexia, que implica graves dificultades para leer. Mi investigación muestra que esta variación en el grosor cortical no dibuja una línea divisoria simple entre personas con o sin dislexia. En cambio, abarca a la población más amplia, en la cual una corteza auditiva más gruesa se correlaciona con una lectura más hábil.
La Importancia del Grosor Cortical
¿Es siempre mejor tener más grosor? Cuando se trata de la estructura cortical, no necesariamente. Sabemos que la corteza auditiva tiene más mielina en el hemisferio izquierdo de la mayoría de las personas. La mielina es una sustancia grasa que actúa como aislante para las fibras nerviosas. Aumenta la velocidad de comunicación neural y también puede aislar columnas de células cerebrales entre sí. Se cree que las columnas neuronales funcionan como pequeñas unidades de procesamiento. Su mayor aislamiento y rápida comunicación en el hemisferio izquierdo pueden pensarse como habilitadoras del procesamiento rápido y categórico necesario para el lenguaje. Necesitamos saber si un hablante utiliza la categoría “d” o “t” al decir “dear” o “tear”, en lugar de detectar el punto exacto donde las cuerdas vocales comienzan a vibrar.
Fuente y créditos: www.wired.com
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