Lavrov y las conversaciones de paz en Riad
Como ministro de relaciones exteriores de Rusia durante más de 20 años, Sergei Lavrov no se caracteriza por las grandes emociones. Así que cuando dice que las conversaciones en Riad, Arabia Saudita, sobre el fin de la guerra en Ucrania “no fueron infructuosas”, eso es un lenguaje diplomático que significa “estamos bastante contentos”. Y los rusos tienen muchas razones para alegrarse.
La imagen, para empezar, es significativa. Después de tres años en el desierto internacional, aislados por Occidente, una vez más tienen un asiento en la mesa. Una mesa que no era cualquiera; era de superpotencia a superpotencia, una representación visual de respeto de Washington que tendrá un gran impacto en Moscú. Además, le dio a Rusia la oportunidad de reforzar su narrativa sobre la guerra: que es la víctima, no el agresor, y ya estamos viendo eso.
La atención de Rusia hacia la paz “ha estado presente desde el principio”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. Creo que Rusia también estará extremadamente complacida por los comentarios que han surgido del otro lado de la mesa.
Oportunidades de inversión y cooperación
El Kremlin ha estado haciendo que Estados Unidos hable sobre cooperación geopolítica y económica. El Departamento de Estado incluso mencionó “oportunidades de inversión históricas” en la misma oración que un posible fin de la guerra. Eso sugiere que la eliminación de las sanciones y la reanudación de las relaciones con Moscú están vinculadas a un acuerdo de paz, que Rusia ya contará como una victoria.
Antes de las conversaciones, Rusia dejó claro qué hay para los estadounidenses. Kirill Dmitriev, el jefe del fondo soberano de riqueza de Rusia, habló sobre los miles de millones de dólares que las empresas estadounidenses han perdido al abandonar el mercado ruso como resultado de la invasión. Rusia dice que su mercado es ‘extremadamente atractivo’. “Estados Unidos y muchos otros países están comenzando a entender que el mercado ruso es extremadamente atractivo y que necesitan estar presentes allí”, dijo a los medios estatales rusos en Riad. Al presentar las cosas en términos financieros, Moscú está tratando de apelar al trasfondo empresarial de Donald Trump.
Consecuencias de la falta de concesiones
Parece que están teniendo éxito, con las discusiones ya moldeadas por frías y duras realidades económicas. Ucrania (y Europa) podrían acusar a las dos partes de poner primero los beneficios y luego la paz. Mientras que el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, habló sobre la necesidad de concesiones por parte de ambas partes, aún no ha habido señales de eso por parte de Moscú. Todo lo contrario.
En sus comentarios después de que terminaran las conversaciones, el Sr. Lavrov aprovechó la oportunidad para reafirmar las líneas rojas de Rusia: ninguna membresía de la OTAN para Ucrania y ninguna tropa de un país miembro de la OTAN allí, independientemente de la bandera bajo la cual estuvieran operando. Normalmente, una negociación implica dar y recibir, pero en este momento, Ucrania sin duda sentirá que EE. UU. está dando todo mientras Rusia solo está tomando.
Fuente y créditos: news.sky.com
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