La imprevisibilidad del virus respiratorio sincitial
Después de 25 años como especialista en enfermedades infecciosas pediátricas, Asunción Mejías es muy consciente de la mortal imprevisibilidad del virus respiratorio sincitial (VRS), una infección que hospitaliza hasta 80,000 niños menores de 5 años cada año en los EE. UU. “Es una enfermedad que puede cambiar muy rápidamente”, dice Mejías, quien trabaja en el Hospital de Investigación Infantil St. Jude en Memphis, Tennessee. “Siempre les he dicho a mis colegas que por cada dos niños que son admitidos, uno puede ir a la UCI en las próximas tres horas y el otro puede irse a casa al día siguiente. Es totalmente impredecible.”
Infecciones comunes y sus riesgos
Las infecciones por VRS son muy comunes, hasta el punto de que casi todos los niños tendrán una antes de cumplir 2 años. La mayoría de los niños experimenta síntomas similares a un resfriado, como tos y estornudos, pero algunos pueden desarrollar enfermedades pulmonares graves: el VRS es responsable de más de 100,000 muertes infantiles en todo el mundo cada año, casi la mitad de las cuales son en bebés menores de 6 meses de edad. El problema es que, aparte de algunos factores de riesgo conocidos, como el nacimiento prematuro y afecciones pulmonares preexistentes, es difícil identificar qué niños se verán más afectados. “El ochenta por ciento de los niños que terminan en el hospital por VRS parecen totalmente sanos”, dice Mejías. “Nacieron a término y no tienen factores de riesgo para enfermedades graves.”
Uso de algoritmos para identificar niños en riesgo
En todo el mundo, diferentes grupos de investigación están tratando de entrenar algoritmos de aprendizaje automático o desarrollar modelos estadísticos que puedan indicar qué niños son más vulnerables al VRS. Basados en amplias bases de datos de registros de salud electrónicos, estas herramientas tienen como objetivo identificar grupos de factores de riesgo que puedan ayudar a predecir qué niños tienen más probabilidades de ser hospitalizados por una infección. Los proveedores de atención médica pueden usar esta información para priorizar a los niños más en riesgo para recibir vacunas y otras medidas preventivas.
Desarrollo de herramientas estadísticas para el VRS
A principios de este año, la epidemióloga respiratoria Tina Hartert y sus colegas en la Universidad de Vanderbilt desarrollaron una de estas herramientas utilizando un modelo estadístico para identificar un conjunto de 19 factores de riesgo para el VRS, después de entrenarla con datos de más de 400,000 infantes en el programa Medicaid de Tennessee. “Permite calcular el riesgo de un infante individual al nacer”, dice Hartert. Algunas de las variables utilizadas en la herramienta no son sorprendentes. Fumar durante el embarazo, por ejemplo, se sabe que perjudica el desarrollo pulmonar en el feto, haciéndolo más vulnerable a la neumonía viral, mientras que los bebés con bajo peso al nacer ya carecen de la fuerza para respirar normalmente. Sin embargo, en muchos casos, Hartert dice que es una combinación de diferentes factores de riesgo lo que converge para hacer que un niño sea vulnerable. “Evaluar solo factores individuales deja fuera a muchos infantes en riesgo”, dice.
Nuevas aprobaciones de vacunas y tratamientos
En 2023, los reguladores en los EE. UU. aprobaron una vacuna llamada Abrysvo que está diseñada para ser administrada a las madres durante las semanas 32 a 36 de embarazo, con el objetivo de asegurar que los bebés nazcan con anticuerpos protectores contra el VRS. También aprobaron un medicamento llamado Beyfortus, una proteína fabricada en laboratorio conocida como anticuerpo monoclonal, que puede ser administrada a través de una sola inyección para proporcionar protección antes de la temporada de VRS en invierno.
Fuente y créditos: www.wired.com
Cats: Science