Riesgos de la Reactivación de la Minería en El Salvador
Washington — El abogado experto en arbitrajes internacionales Luis Parada advierte sobre los “riesgos” de reactivar la minería extractiva en El Salvador luego de aprobarse la nueva ley que revierte la prohibición existente y con la que el gobierno busca atraer inversiones con el oro y la plata que existiría en la zona central del país centroamericano.
Lecciones de Litigios Anteriores
Luis Parada conoce al dedillo un tema tan sensible para gran parte de la población salvadoreña al haber dirigido el equipo de abogados en un bufete privado en Washington que defendió a El Salvador ante las demandas interpuestas por dos empresas mineras la década pasada ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), parte del Banco Mundial. El Estado salvadoreño ganó los procesos tras años de querella.
En entrevista con la Voz de América, Parada afirmó que entre las lecciones dejadas tras la larga batalla en el CIADI está que “las empresas mineras son mentirosas”, al igual que sus “campañas de minería verde”, que “sólo hablan de la parte buena, minimizan la parte mala y nunca se menciona la parte desastrosa”.
Impacto Potencial de la Minería
Explicó que en el nuevo contexto salvadoreño, el país quedaría expuesto a demandas millonarias, aparte de los peligros medioambientales que conlleva reiniciar la minería, por lo que los ve retos y “riesgos” para el país.
Recordó que las demandas interpuestas por Commerce Group y Pacific Rim pusieron en relieve los riesgos de la minería y empujaron a las autoridades de El Salvador en 2017 a prohibir la minería metálica, al poner en la balanza los altos riesgos comparados a los supuestos beneficios.
Estadísticas y Descubrimientos de Minerales
Durante el caso, Pacific Rim llevó a la mesa los documentos sobre sus hallazgos en los estudios de exploración, que revelaron cuánto oro y plata habría bajo las montañas, cifras muy distantes de lo que vaticinó el presidente Nayib Bukele antes de derogar la prohibición, advirtió el abogado. “Para decir que en los ocho depósitos que constituyeron la demanda donde tenían la solicitud de concesión y las licencias de exploración (en Cabañas), el depósito de más alta concentración que tenían eran nueve gramos de oro por cada tonelada de roca, para sacar una onza se necesita explotar unas 7.000 libras de roca”, agregó, al tiempo que recordó que una onza tiene 28,34 gramos.
Parada extrapoló los datos y explicó como durante los alegatos se hicieron también comparaciones por aspectos de impacto ambiental con lo que se podría ejemplificar que para fabricar una moneda de oro del tamaño de una moneda de 25 centavos de dólar “se necesitaba triturar unas dos toneladas de roca”.
Posición del Gobierno y Reacciones
Cuando el presidente Bukele abrió la puerta a la reactivación de la minería en El Salvador en noviembre, lo justificó a través de la red social X, con una sugerente frase para atraer a la audiencia. “Dios colocó un gigantesco tesoro bajo nuestros pies”, dijo.
Para posteriormente decir que ese tesoro obedece a la ubicación geográfica de El Salvador “en el Anillo de Fuego del Pacífico, una de las zonas más ricas en recursos minerales gracias a su actividad volcánica” y que El Salvador tiene potencialmente los depósitos de oro con mayor densidad por km² en el mundo”.
Y agregó entonces que los “estudios realizados en solo el 4 % del área potencial identificaron 50 millones de onzas de oro, valoradas hoy en 131.565 millones (…) Esto equivale al 380 % del PIB”, pero no ha explicado el origen de los estudios y ningún riesgo asociado a la explotación minera.
Descontento Social y Ambiental
Para el abogado Luis Parada, las estimaciones de Bukele “son puras mentiras”, pues los hallazgos de Pacific Rim, luego de cuantificar los depósitos iniciales que decía haber descubierto, concluyó que lo cuantificaba en 250 millones de dólares, valor de la indemnización que exigía al Estado salvadoreño por no darle los permisos de explotación, eso sin cuantificar los gastos en que incurriría para extraer los metales.
El Ejecutivo de Bukele ha celebrado la aprobación de la ley el lunes por la Asamblea Legislativa –controlada por el partido gobernante Nuevas Ideas- al defender que la actividad minera transformará El Salvador y creará “miles de empleos de calidad”.
Antes de que el legislativo salvadoreño eliminara la prohibición de la minería, las organizaciones sociales y ambientalistas, sobre todo de la zona de San Isidro y Santa Marta en Cabañas, se reagruparon para revivir una lucha que les unificó por más de una década hasta 2017. El activista y vicepresidente de la Cooperativa Santa Marta, Peter Natarén, califica de “compleja” la situación, pero no descarta que la resistencia persistirá en las comunidades afectadas.
También el pleno de la Iglesia católica salvadoreña, a través de la Conferencia Episcopal, se opuso y esta semana ha pedido al gobierno dar marcha atrás con la medida y que “reconsideren” el paso dado ante los impactos que tendría en la vida de la población.
“Pedimos a las autoridades que reconsideren su decisión y deroguen esta nueva Ley de la Minería, la cual producirá muchas víctimas (por la eventual contaminación)”, dijo la jerarquía católica en un comunicado.
Fuente y créditos: www.vozdeamerica.com
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